Los peritos dicen que el acusado de matar a su ex pareja Ana López Ariza era "plenamente consciente" de los hechos

Actualizado: jueves, 16 febrero 2006 16:21

GRANADA, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los peritos que examinaron a F.M.L., acusado de apuñalar hasta la muerte a su ex pareja Ana López Ariza, afirmaron hoy que éste era "plenamente consciente" de los hechos a tenor del relato que hizo en la mañana del día siguiente y pese a sostener él una amnesia selectiva relativa al momento de la agresión de la que los peritos aseguran que "no existen criterios médicos" que la justifiquen.

F.M.L. está acusado de asestar siete puñaladas a la que fue su compañera durante más de diez años, con la que tenía en común dos hijos, y de la que "desconfiaba" después de descubrir éste que tenía una relación con otro hombre con el cual se encontraba cuando fue agredida el 23 de marzo de 2004.

En la segunda sesión de la vista oral celebrada hoy en la Audiencia provincial de Granada, los peritos coincidieron con los propuestos por la defensa en que el acusado presenta trastornos propios de ser una persona controladora, astuta e insegura, aunque los aportados por el letrado defensor mantuvieron "contenido patológico" en dichos rasgos, extremo que no confirmó el resto.

Así, pese a que la "explosión emocional intensa" que sufrió el acusado al ver a la Ana --de la que decía "era de su posesión"-- con otro hombre afectó de "forma intensa" las capacidades volitivas e intelectivas del mismo, éstas no quedaron "anuladas" en el "bloqueo emocional" del que fue objeto, según relataron los peritos.

Por su parte, los agentes de la Guardia Civil que le tomaron declaración a F.M.L. después de los hechos, en el transcurso de la cual "lloró en determinados momentos", manifestaron ante el tribunal que los "hizo de forma coherente y no dudó en ningún momento", pese a no recordar el número de puñaladas que le asestó a la mujer.

"Para él era aún el compañero sentimental de Ana", según testificaron los agentes, que indicaron el acusado se mostró "colaborador" con al Guardia Civil en todo momento, aunque cuando llamó por teléfono al cuartel, en éste ya se tenía constancia de que "el conductor del Suzuki había matado a la hermana de la del locutorio", subrayó el Guardia Civil que recepcionó la llamada.

Los forenses aclararon que la víctima presentaba heridas producidas por siete puñaladas --y no once como consta en el relato fiscal-- dos de ellas, al menos, penetrantes en el tórax y que ocasionaron la muerte de la fallecida. La primera de las puñaladas le fracturó el húmero y le seccionó el diafragma, mientras que la segunda le "abrió el corazón como un libro".

El acusado el pasado martes reconoció ante el tribunal la autoría de los hechos, aunque no pudo recordar cómo ocurrieron estos, puesto que "sólo tengo la imagen en mi mente de estar a unos metros de ella y luego ya verla herida", declaró.

Los hechos ocurrieron, según el escrito de acusación, sobre las 16.30 horas del 23 de marzo de 2004, cuando J.G.S. llamó a Ana, con quien mantenía una relación para hablar de su "situación sentimental", ya que ésta quería dejarla por las continuas amenazas que recibía del procesado, con quien ya no tenía relación alguna y con el que sólo había convivido bajo el mismo techo por espacio de cinco meses.

Una vez la hubo recogido, se dirigieron a un paraje situado entre Guadix y Purullena, donde fueron embestidos por el vehículo del acusado, que los había seguido, tras lo que la mujer se bajó del coche para pedirle explicaciones a su ex y éste corrió hacia ella y la acuchilló hasta la muerte.

Tras la declaración de los agentes y los peritos, el juicio fue suspendido hasta el próximo 23 de febrero.