BARCELONA 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona juzga desde hoy a tres hombres por presuntamente asaltar un restaurante en una masía de Olèrdola (Lérida), herir de gravedad a un guardia civil en un tiroteo y secuestrar a los propietarios del local y un cliente. La Fiscalía pide 41 años y medio de cárcel para los tres acusados y penas de hasta siete años para sus esposas por encubrimiento y receptación.
Los hechos se remontan a la noche del 4 de marzo de 2000, cuando tres hombres armados y encapuchados irrumpieron en un restaurante de la carretera Moja-Daltmar y separaron a los clientes en dos grupos para robarles el dinero, las joyas y los relojes que llevaban, según explica el fiscal en su escrito de acusación.
Cuando se disponían a abandonar el local, los tres procesados vieron que había dos agentes de la Guardia Civil en la puerta y empezaron a dispararles, hiriendo de gravedad a uno, que recibió un disparo en el hombro y otro en la cara, que le causó la pérdida total de la vista y el olfato.
El tiroteo prosiguió con la llegada de otros cuatro agentes y los acusados decidieron tomar como rehenes a un cliente, al propietario del restaurante y al hijo de éste, les obligaron a subir al vehículo de uno de ellos y no les dejaron bajar hasta llegar a la carretera C-244, a unos 200 metros del local.
Allí, obligaron a parar a otro vehículo y se subieron a él mientras seguían disparando contra los guardias civiles, que intentaban alcanzarles con los coches patrulla y que les perdieron de vista al entrar en el casco urbano de Vilafranca del Penedès (Barcelona).
El fiscal solicita que se condene a cada uno de ellos a cinco años de prisión por robo con violencia, a cuatro años y medio de cárcel por un delito de atentado, a 12 años por un delito de lesiones y a 11 años y nueve meses por las tres detenciones ilegales, así como a pagar una multa de 6.480 euros por un delito continuado de daños.
Además, pide que indemnicen con 394.210 euros al agente herido y con distintas cantidades a los tres hombres secuestrados y a los clientes a los que robaron. También solicita que se les condene a un año y tres meses de cárcel por receptación y a otros siete años y medio por tenencia de munición de guerra.
El fiscal solicita que se condene a siete años de prisión por estos dos delitos y otro de encubrimiento a las respectivas esposas de los presuntos asaltantes, que son juzgadas junto a otra mujer, que se enfrenta a una multa de 2.430 euros por simular un delito.
Los procesados aseguraron que dos días antes del asalto se fueron de vacaciones a Alcampell (Huesca), y que las joyas y las armas que se hallaron en su domicilio eran de los padres de una de las acusadas. También justificaron las contradicciones en las que incurrieron asegurando que la Guardia Civil les había pegado y coaccionado. "Con los golpes que recibí, no sé lo que dije", aseguró uno de ellos.