Piden más de 67 años de cárcel para acusados de secuestrar a dos menores llegados en patera en 2006

Actualizado: martes, 14 abril 2009 17:33

ALMERÍA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

Cinco ciudadanos de nacionalidad marroquí, procesados por el secuestro en junio de 2006 de dos hermanos menores de edad que habían entrado en España en patera, se enfrentan a una petición fiscal de 13 años y seis meses de prisión cada uno de ellos en la vista oral iniciada hoy en la Audiencia Provincial de Almería.

Durante la vista celebrada hoy, todos han negado su participación en la trama, por la que llegaron a solicitar a los padres de las víctimas hasta 1.500 euros por cada uno de ellos bajo la amenaza de "cortarles el cuello".

A.T., L.T. y S.E., hermanos y primos entre sí, así como E.A.A. eran detenidos por la Policía Nacional el 14 de junio de 2006 en el interior de una cafetería ubicada en Venta el Corsario (Vícar) donde, al parecer, se produjo el pago efectivo del rescate, que ascendió finalmente a un total de 950 euros tras 20 días de cautiverio que, según los acusados, se limitó a "acoger en libertad" a ambos menores como un "favor" a su tío, que --ahondaron-- no podía hacerse cargo de ellos ya que "le había salido un trabajo en Madrid que no podía perder".

Precisamente el tío de Azeddine T. y Tourik T, quienes en el momento de los hechos tenían 13 y 17 años respectivamente, fue el que interpuso la denuncia en la Comisaría de El Ejido cinco días antes de que éstos fueran liberados, lo que permitió a los agentes activar un dispositivo de seguimiento y vigilancia que incluyó escuchas telefónicas que han sido impugnadas ante la sala por los letrados que ejercen la defensa al alegar que en ellas se aprecia que los interlocutores tienen un marcado acento de la región marroquí del Rif que no correspondería con el de sus patrocinados.

Los procesados admitieron ante el tribunal de la Sección Tercera haber mantenido varios contactos, algunos de ellos "casuales" según su versión, con el tío de los dos menores. En concreto, S.E., primero en declarar, aseguró que tuvo conocimiento del supuesto secuestro al encontrarse con él en el centro comercial COPO de El Ejido. "Me ofrecí a mediar con mi primo --en referencia a A.T.-- pero le dije que yo no sabía nada". Por su parte, A.T. relató que el tío de los chicos le pidió que les recogiese en Mijas (Málaga) y que, él a su vez, le pidió a E.A.A., al parecer cerebro del plan, que le acompañase ya que no tenía coche.

Reconoció, asimismo, haberlos trasladado cuatro días después hasta la vivienda de un quinto procesado --M.B., detenido con posterioridad--, situada entre invernaderos en el término municipal de Vícar y donde la Policía Nacional localizó a las presuntas víctimas. Achacó, sin embargo, "al nerviosismo y la venganza" el haber reconocido en comisaría los hechos y haber señalado como cabecilla a E.A.A., en la misma línea que el resto de los acusados.

Sobre el pago final en concepto de rescate de 950 euros por parte del tío de los menores en el encuentro en el bar de Venta del Corsario que dio lugar al arresto de la banda, aseguraron que fue iniciativa de la familia el dar dinero para, según su versión, "contribuir a los gastos de manutención" generados durante los días en que se "hicieron cargo de ellos".

La Policía Nacional daba por cerrada la investigación sobre el secuestro de Azeddine T. y Tourik T. el 20 de junio de 2006 tras la detención de M.B., morador de la vivienda en la que permanecieron retenidos y presunto encargado de mantener la vigilancia pese a insistir en que les permitieron conservar tanto sus pasaportes, como los teléfonos móviles, además de libertad de movimientos.

En la vista oral, que continúa mañana con la práctica de la prueba testifical y pericial, se imputa, además, a S.E. y E.A.A. la comisión de un presunto delito de resistencia a la autoridad por el que el fiscal solicita una peña de ocho meses de prisión, a los que suma un año en el caso del primero ya que le acusa de lesiones contra un agente de la Policía Nacional, con quien forcejeó durante la detención y que sufrió la fractura de un dedo al caer al suelo.