Piden tres años de cárcel para un policía nacional acusado de apalear a un detenido en una comisaría de Barcelona

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 18 enero 2006 18:31

BARCELONA 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

La acusación particular solicita tres años de prisión para un agente del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) acusado de apalear a un detenido cuando se encontraba en la comisaría del distrito de Ciutat Vella, en Barcelona. Asimismo, pide tres meses de cárcel para su compañero de patrulla, que no hizo nada para impedir la presunta agresión, a pesar de que el detenido estaba también bajo su responsabilidad.

Los hechos sucedieron sobre las 20.00 horas del 22 de mayo de 2003, cuando los dos agentes del CNP, Isaac G.M. e Ismael H., se dirigieron a la plaza Sant Agustí de Barcelona, en el barrio del Raval, para detener a la víctima, Said D., de nacionalidad marroquí, al que su hermana había denunciado por una agresión y por amenazas.

Al parecer, horas antes Said mantuvo una fuerte discusión con su hermana, a la que presuntamente golpeó y amenazó con un cuchillo. Said fue acusado de un delito de faltas, pero no llegó a declarar como imputado cuando se celebró el juicio, ya que su hermana se retractó durante su declaración.

Durante el juicio celebrado hoy en la Sección Octava de la Audiencia de Barcelona, los dos acusados han asegurado que Said estaba muy exaltado cuando procedieron a su detención y que opuso mucha resistencia, aunque han negado que le golpearan.

Según su versión, cuando la hermana de la víctima les explicó lo sucedido estuvieron patrullando por la zona en busca de Said, al que encontraron en la plaza Sant Agustí.

En ese momento, el principal acusado, Isaac, se acercó a la víctima para pedirle la documentación. Según explicó durante la vista oral, Said se la entregó "a duras penas" y empezó a insultarle en español y árabe cuando le comunicó que estaba detenido por agredir y amenazar a su hermana.

Según los dos acusados, en el momento en que Isaac se disponía a esposar a Said se inició un forcejeo entre ambos, por lo que Ismael tuvo que acudir en su ayuda. En ese momento, los tres cayeron al suelo. "Él pataleaba y braceaba y tuvimos que agarrarle con fuerza, pero no le golpeamos", aseguró Ismael.

Finalmente, los policías consiguieron esposar a Said. En ese momento, llegó una patrulla que había acudido en auxilio de los agentes y que había sido requerida por Ismael. "Le metimos como pudimos en el coche porque estaba muy agitado y no paraba de dar patadas y de insultarnos", explicó Isaac.

"INTENTAMOS CALMARLE".

Cuando llegaron a la comisaría de Ciutat Vella, en la calle Nou de la Rambla, Said fue trasladado a una de las dependencias bajo la custodia de los dos acusados y de su superior. "Una vez allí se le leyeron sus derechos e intentamos calmarle, incluso le dimos una botella de agua y le quitamos los grilletes", explicó Ismael.

Said estuvo alrededor de 20 minutos en comisaría, desde donde fue trasladado al dispensario Perecamps, ya que tenía una mano hinchada y amoratada. Según los acusados, Said les explicó que se había lesionado durante una pelea que había mantenido aquella tarde, aunque este extremo no se hizo constar en el atestado.

Finalmente, el detenido fue trasladado al Servicio de Atención a la Mujer (SAM), donde se le tomó declaración y donde la víctima manifestó por primera vez que había sido agredido por un agente.

"ME DEJARON TIRADO COMO A UN PERRO".

Durante el juicio, Said admitió que había mantenido una fuerte discusión con su hermana y que se había puesto "un poco nervioso". Según su versión, después de la pelea fue a cortarse el pelo a la peluquería de un conocido suyo, situada en la plaza Sant Agustí, donde coincidió con otro amigo.

Said explicó que Isaac entró en el local para pedirle la documentación y que, a continuación, le sacó a la calle para cachearle. "En ese momento no me informaron de por qué estaba detenido, aunque me imaginé que era por la discusión que había mantenido con mi hermana", declaró la víctima.

Según explicó, él salió tranquilo a la calle y no se resistió en ningún momento. "Fue una detención pacífica en la calle, ni siquiera me pusieron las esposas", apuntó.

Said aseguró que, una vez en comisaría, Isaac le propinó una paliza. "Yo estaba sentado en un despacho, con más policías, cuando el agente entró y, sin decir nada, me dio una patada en una pierna", explicó. Según la víctima, acto seguido el principal acusado le esposó y empezó a darle bofetadas con la mano abierta y "con todas sus fuerzas". "Después me tiró al suelo, momento en que me hice daño en la mano, y empezó a golpearme con la porra en la espalda", añadió.

Said explicó que, acto seguido, Isaac sacó su pistola y le amenazó, hasta que uno de sus compañeros la cogió y la guardó en un cajón. "Me quedé tirado en el suelo como un perro, mientras otra agente me decía que mi mujer era una puta y que me iba a meter la porra por el culo", aseguró la víctima. "Yo estaba muy nervioso y los otros policías, entre ellos Ismael, miraban y no hacían nada", añadió.

MÚLTIPLES CONTUSIONES Y HEMATOMAS.

Said mantuvo que el día de la detención sólo discutió con su hermana, negando así que hubiese podido lesionarse en una pelea anterior a la detención. Todas las personas que le vieron aquella tarde, su hermano y dos amigos, aseguraron que Said estaba tranquilo en el momento de la detención, que no se lo llevaron esposado y que no tenía ninguna herida.

Los agentes que le vieron aquel día declararon durante el juicio que la víctima no presentaba ningún síntoma externo de lesión y que, únicamente, se quejaba de que le dolía una mano.

Tanto el superior de Ismael e Isaac, que estuvo con ellos en comisaría, como los dos policías que acudieron para auxiliarles durante la detención confirmaron la versión de los acusados, es decir, que no golpearon a Said, que él se puso muy agresivo y que les insultó y amenazó.

No obstante, aquel día, el dispensario Perecamps emitió un informe en el que se recogía que Said sufrió contusiones múltiples y hematomas, en concreto, un hematoma en el pabellón auricular izquierdo, una erosión en la pierna, una fractura en un dedo de la mano derecha y un hematoma alargado en la zona dorsal izquierda que, según el forense, pudo ser causado con una porra u otro objeto alargado y romo. La víctima tardó 60 días en curar de dichas lesiones.

El Ministerio Fiscal solicita un año de prisión para el principal acusado, Isaac G., por un delito de lesiones y pide que se le inhabilite para ejercer como policía durante el tiempo que dure la condena.

Además, reclama que el imputado indemnice a Said con 4.200 euros por los 60 días que estuvo de baja y por las secuelas que le dejaron las lesiones. De dicha indemnización debe responder el Estado como responsable civil subsidiario. En cuanto al otro acusado, Ismael H., el fiscal ha retirado la acusación porque considera que no agredió a Said.

La acusación particular, por su parte, pide tres años de prisión para Isaac y tres meses de cárcel para Ismael, como cómplice de la agresión, además de reclamar una indemnización de 6.000 euros. La letrada entiende que "el hecho de que los otros agentes que estuvieron en la comisaría no hayan sido identificados no cambia que Ismael no hiciese nada para evitar la agresión a Said".

La defensa pide la absolución de los acusados, ya que, según el letrado, las lesiones que sufrió la víctima "son perfectamente compatibles con la caída que se produjo durante el forcejeo".

Al finalizar el juicio, tanto Isaac como Ismael ejercieron su derecho a la última palabra. "Si yo hubiese visto un trato incorrecto de mi compañero lo hubiese denunciado", aseguró Ismael. "A mí se me está acusando y mi palabra no se está creyendo en ningún momento", añadió Isaac.

Contenido patrocinado