La Policía detiene en San Sebastián a un condenado por quemar un autobús en 2001 para que cumpla su pena

MADRID 26 May. (EUROPA PRESS) -

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido en San Sebastián a Iurgi Oteiza Nazabal para que cumpla la pena de cuatro años y medio de cárcel que la Audiencia Nacional le impuso por quemar un autobús en el monte Igueldo de la capital donostiarra el 28 de septiembre de 2001, informaron hoy a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

El arresto, que se produjo en la tarde de ayer, responde a una orden de busca y captura dictada por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de este tribunal, que le condenó en marzo de 2005 por daños y coacciones terroristas al considerar probado que participó en la quema de un autobús de la Compañía del Tranvía de San Sebastián valorado en 97.820 euros.

La sentencia de la Audiencia Nacional consideró probado que Oteiza y otros cuatro o cinco individuos hicieron señales para que el autobús se detuviera y, cuando lo consiguieron, desalojaron el vehículo, arrojaron varios artefactos en su interior y lo incendiaron.

Tras llevar a cabo el ataque, los jóvenes arrojaron al suelo los trapos que habían servido para cubrir sus rostros, mientras huían corriendo hacia el barrio de Intxaurrondo. Estas prendas fueron recogidas por la Ertzaintza, que en la mañana del 12 de diciembre de 2002 consiguió recoger un esputo del sospechoso, que tras ser analizado mostró un perfil genético coincidente con el encontrado en una de aquellas prendas.

El juez Baltasar Garzón envió a Oteiza a prisión el 21 de febrero de 2003, junto a Arkaitz Alkorta, Xabier Aiestaran y Joseba Arrizubieta, por participar en varios actos de terrorismo callejero, aunque en julio de ese año quedó en libertad tras depositar una fianza de 36.000 euros. En esta operación fueron detenidos otros dos menores de edad para los que el juez Javier Gómez Bermúdez decretó el internamiento.

A los seis se les imputaron numerosos actos de violencia callejera después de que se localizara su ADN en guantes, colillas o pasamontañas que aparecieron en los lugares en los que se habían producido los ataques.