MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El PP y el PSOE quieren que los partidos políticos con saldo negativo en sus cuentas, como CiU, Izquierda Unida o el BNG, presenten un plan de saneamiento para solventar su deuda en el plazo más breve posible y bajo la vigilancia del Tribunal de Cuentas.
Así se desprende de las propuestas de resolución que los grupos parlamentarios han presentado para su debate y votación este martes en la Comisión Mixta (Congreso-Senado) de relaciones con el Tribunal de Cuentas.
Esas propuestas de resolución hacen referencia al último informe del Tribunal de Cuentas sobre partidos políticos, correspondiente a 2008 y en el que casi la mitad de las 32 formaciones examinadas presentaron un "patrimonio neto negativo".
En total estaban en esta situación 15 formaciones, seis de ellas con un desfase que superaba los dos millones de euros: La coalición CiU, con 10,7 millones negativos, y su parte democristiana de Unió Democrática de Catalunya (UDC), con ocho, encabezaban la tabla seguidos de Izquierda Unida Federal, su organización regional de Madrid (IUCM) y el Bloque Nacionalista Gallego (BNG).
EQUILIBRIO EN EL MENOR PLAZO POSIBLE
En una de sus propuestas, recogida por Europa Press, el PP defiende el "necesario equilibrio patrimonial" de los partidos políticos y reclama que, aquellos que tengan un patrimonio neto negativo, presenten un plan de saneamiento para corregir este desfase "en el plazo más breve posible". Dicho informe, deberá ser presentado al Tribunal de Cuentas para su evaluación y seguimiento.
También el PSOE plantea la necesidad de que esos partidos realicen "un plan de saneamiento plurianual para mejorar su situación patrimonial" en el que se establezca "una previsión de gastos ajustada a la situación en la que se hallan".
Sobre este mismo asunto, UPyD plantea que los partidos con saldo negativos ajusten "sus actividades económicas en punto al necesario reequilibrio patrimonial", mientras que el grupo de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), que integra a una de las afectadas (IU), se limita a pedir que estas formaciones "ajusten sus actividades para lograr el necesario reequilibrio patrimonial".
VIGILAR A PROVEEDORES Y BANCOS
En otras de sus propuestas de resolución, el PP y UPyD coinciden en obligar a aquellos proveedores que facturan a los partidos políticos por encima de un determinado importe, no cuantificado, a informar anualmente al Tribunal de Cuentas de sus contratos. "El incumplimiento de esta obligación conllevará la suspensión temporal para contratar los servicios de dicho proveedor, sin perjuicio de las sanciones que se estimen pertinentes", añaden.
En similares términos se pronuncian sobre los bancos donde se ingresan los donativos a partidos políticos. Tanto el PP como UPyD pretenden que las entidades de crédito informen cada año al Tribunal de Cuentas de las donaciones debidamente identificadas que registran en las cuentas de las formaciones política.
La formación política que lidera Rosa Díez va un paso más allá y pide que, aquellos donativos que carecen de la perceptiva identificación por razones ajenas a los partidos políticos se envíen al Tesoro para utilizar ese dinero en actividades de interés social o humanitario.
Por último, el PP aboga por endurecer las sanciones a los partidos que no cumplen en tiempo y forma su obligación de presentar sus cuentas a la entidad fiscalizadora, así como precisar mejor los criterios para determinar la vinculación orgánica de las fundaciones políticas con sus partidos de referencia.