VALENCIA 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los portavoces de PP y PSPV en las Cortes Valencianas, Rafael Blasco y Ángel Luna, respectivamente, han coincidido en rechazar que se "magnifiquen" los ataques violentos sufridos en los últimos días por la clase política y han remarcado que se trata de "hechos aislados" condenables.
Ambos se han pronunciado de esta manera en una rueda de prensa posterior a la reunión de la Junta de Portavoces, a preguntas de los periodistas sobre si consideran que la crispación política podría estar alentando comportamientos violentos como la agresión sufrida por el consejero de Cultura de Murcia, Pedro Alberto Cruz, o el ataque recibido por la sede de los socialistas valencianos.
El portavoz del PP ha expresado su "más enérgico rechazo a este tipo de conductas intolerables en un estado democrático" y ha señalado que aunque los climas de crispación política "no ayudan a sentar las bases de la convivencia, hay que procurar darle la importancia que tienen este tipo de cosas", que se trata de "hechos aislados que no se corresponden con los comportamientos de la inmensa mayoría de la sociedad".
Ha remarcado que como "hechos aislados son condenables" pero ha rechazado que se "extrapolen" y ha defendido que los partidos políticos deben hacer "pedagogía social para que los ciudadanos entiendan que todo es discutible y opinable" pero "siempre sin recurrir a comportamientos impropios en cualquier democracia".
También ha señalado que una cosa "es una actitud de cierta crispación y otra es pasar a una actitud de intolerancia y beligerancia" apoyada por "violencia", lo que es "absolutamente despreciable y rechazable".
Por su parte, Luna ha aducido que le cuesta creer que manifestaciones políticas "puedan servir de argumento para justificar cualquier tipo de actuación violenta". Ha puesto como ejemplo que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, ha acusado desde la tribuna de las Cortes Valencianas en "innumerables ocasiones" a los socialistas valencianos de "traidores" a la Comunidad Valenciana pero esto "nunca se podría relacionar con una respuesta violenta".
"CALIDAD DE LA DEMOCRACIA"
Ha aseverado que la crispación política "fundamentalmente ataca a la calidad de la democracia" y ha defendido que nada "puede justificar un comportamiento violento". A su juicio, en la actualidad no existe un "ambiente de violencia política que justifique plantearse medidas excepcionales" y ha apuntado que para "muchos países democráticos" la situación de España en este sentido es "envidiable".
No obstante, ha señalado que todos los partidos deberían "replantearse cómo utilizamos el lenguaje y la simbología para evitar simplificaciones", si bien ha apuntado que no le parece "razonable" que se "alarme" a la ciudadanía por hechos que son "muy condenables" pero que no se pueden "sacar de contexto" y "magnificar".
Luna ha advertido de que supone un "error tremendo si frente a actuaciones de este tipo intentamos manipularlas para obtener rédito político".