MADRID 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Partido Popular ha rechazado este miércoles en el Senado crear una comisión especial que estudie las causas del "desafecto" hacia la política y que proponga iniciativas "para recuperar y consolidar la confianza" de los ciudadanos en sus representantes políticos y en las instituciones, como pedía la iniciativa presentada por el PSOE.
La creación de esta comisión ha sido rechazada en el Pleno de la Cámara Alta con los votos en contra del PP, que cree que "la mejor lección de calidad democrática" que los políticos pueden ofrecer a los ciudadanos es "trabajar todos juntos para salir de la crisis", ha explicado el senador popular Antolín Sanz.
"Ahora más que nunca hay que rectificar actitudes, y no hace falta ninguna comisión, es la hora de recuperar los valores que sustentaron esta democracia", ha afirmado Sanz en la tribuna de oradores, donde ha reponsabilizado a los socialistas de haber provocado con su gestión durante los gobiernos de Zapatero "la desafección a la política de un sector de los ciudadanos".
El objetivo del PSOE era que la comisión contara con un año máximo de plazo para elaborar un diagnóstico y acordar propuestas que permitan "verificar que el sistema político-institucional funciona acorde con su cometido", según ha señalado el senador socialista Ramón Ortiz. Mecanismos, ha añadido, que tengan "vocación de permanencia" y que "permitan la sistemática observancia y mejora de la calidad democrática".
GRAVE CRISIS POLÍTICA
En la exposición de motivos de la propuesta, el senador murciano ha avisado de que la resolución de la grave crisis por la que atraviesa España y sus dramáticas consecuencias sociales deben ocupar la atención prioritaria de los responsables públicos. Pero ha añadido que "siendo grave la crisis económica y social, la crisis política no lo es menos, y sus consecuencias podrían ser todavía más devastadoras".
Ortiz ha asegurado que las prácticas exigentes de una democracia de calidad contribuirán a una mayor cohesión social, a la deseada estabilidad política e institucional y a la necesaria eficiencia de las administraciones públicas y de nuestro sistema productivo, aspectos esenciales en cualquier estrategia de desarrollo y bienestar.
Así, el parlamentario del PSOE ha indicado la necesidad de asumir que, en la democracia representativa, la confianza de los ciudadanos en sus representantes es un elemento esencial y que la calidad democrática de un sistema político "no queda garantizada exclusivamente por las exigencias del derecho positivo, siendo necesario avanzar por el camino de la autoexigencia individual y colectiva, referenciada en un marco ético socialmente aceptado".