Presos de Alcalá-Meco confeccionarán togas para letrados gracias a un acuerdo entre Prisiones y Consejo de la Abogacía

MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los abogados españoles podrán acudir a los juicios luciendo togas confeccionadas por internos de la prisión de Madrid I (Alcalá-Meco) en un par de meses. La Dirección General de Instituciones Penitenciarias y el Consejo de la Abogacía se han puesto de acuerdo para que la primera amplíe y especialice el taller que ya existe en la citada cárcel y el segundo extienda entre sus miembros la necesidad de apoyar esta medida reinsertadora.

Por 112 euros la más barata y 181 la más cara --hay una intermedia que cuesta 165-- los letrados podrán presumir de contribuir a la reinserción de los presos. En estos momentos, la prisión de Alcalá-Meco cuenta con un taller en el que trabajan 15 internas que confeccionan petates, mantas y sábanas. Para ello, ya recibieron un curso de entre 600 y 800 horas, pero ahora, con otras 200 horas más de clase estarán preparadas para vestir a los letrados de satén y terciopelo.

Además, serán el doble de internos los que podrán reducir condena con esta tarea, a la que se incorporarán también hombres. Está previsto que en el nuevo taller, con 800 metros cuadrados más 700 de almacén, terminen trabajando 30 personas. El nivel de producción dependerá de los pedidos que se vayan recibiendo.

En el caso de que cuaje entre el coletivo de abogados la iniciativa, y fiscales y jueces se animen a vestir togas confeccionadas por, quizá, alguno de los que enviaron a prisión, los internos no sólo confeccionarán esta prendsa si no que podrán ampliar la actividad haciendo puñetas.

REINSERCIÓN.

"El trabajo dignifica y rehabilita", dijo esta mañana el presidente del Consejo de la Abogacía, Carlos Carnicer, a lo que la directora de Prisiones, Mercedes Gallizo, sumó: "Y educa". Ambos presentaron en la sede de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias el convenio de colaboración para la confección y distribución de togas, cuya idea surgió en Prisiones del taller de confección de banderas, sobre todo españolas, que funciona desde hace tiempo en Soto del Real.

La posesión y el uso de la toga, según relató Carnicer, varía según los casos. Cuando uno jura como abogado, suele recibir una del Colegio al que pasa a pertenecer y ya se encarga él o algún allegado de bordar su nombre. Pero en ocasiones, la prenda se comparte y así, en los juzgados provinciales hay ropero de togas y cada letrado se va sirviendo antes de entrar en la Sala.

Preguntado por la posible "customización" --tratamiento de una prenda por el cual quien la viste hace que no se parezca a ninguna otra-- de la toga, Carnicer se mostró a favor porque el único requisito es que no tape parte de la camisa del abogado, por tradición, blanca.