BARCELONA, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, reveló hoy que "el miércoles pasado, en el despacho de Gobierno del Congreso" se ratificó "el pacto" entre la federación y el PSOE para modificar algunos artículos del título de Derechos y Deberes, "y este fin de semana hemos estado trabajando para buscar enmiendas transaccionales a las propias que ha presentado el PSOE".
Duran dijo estar convencido de que el Gobierno socialista ha "trabajado con textos alternativos" a las enmiendas transaccionales que presentó en un primer momento, y que calificó de "una tomadura de pelo", para poder ejecutar las modificaciones que pide CiU en los artículos 20 sobre el derecho a un muerte digna, 40 sobre modalidades de pareja y 41 sobre perspectivas de género.
Por ello, confió en que esta tarde "se resuelva" la polémica acerca del título de Derechos y Deberes, que CiU pretende modificar con el apoyo del PSOE y la oposición del resto de grupos catalanes.
Duran dijo "querer pensar" que el presidente del Gobierno "no haya pactado dos cosas diferentes" con CiU y con ICV-EA, en alusión a la insistencia de la formación ecosocialista en asegurar que el PSOE tiene un acuerdo con ella para no modificar este título, y reiteró que el "pacto" PSOE-CiU para lo contrario "se ratificó" el miércoles pasado en el Congreso.
Para Duran, "no tiene sentido que en Madrid se modifiquen todos los títulos y que aquél en que votó en contra el grupo mayoritario catalán --CiU-- no se pueda tocar nada", afirmó Duran, e instó a ICV-EA, principal valedor del título, a entender que "no pasa nada por modificar tres artículos, teniendo en cuenta que CiU en Catalunya votó en contra de todo, y si cambiando tres puntos podemos votar a favor, más ganaremos por la unidad".
No obstante, Duran podrá asistir personalmente a la sesión de la ponencia del Congreso que debate esta tarde el título de Derechos y Deberes, ya que celebra en Barcelona el cumpleaños de su hija mayor, que llegará mañana a la mayoría de edad.
Sobre el resultado de la reunión del pasado viernes, Duran acusó a ERC de criticar el acuerdo alcanzado en el título preliminar (que incluye la definición de Catalunya) por "celos partidistas" y de "buscar todas las explicaciones que le vayan bien para justificar su cambio de actitud" respecto al Estatut.
Duran criticó que los republicanos hayan pasado de "ir a extrema velocidad para dar el sí y acusar a CiU de pesimistas y de no querer el Estatut" para, "de golpe, después de una foto y una capitalización política" del acuerdo por parte de CiU, decir lo contrario.
"NO HAN USADO LA LLAVE"
El secretario general de CiU reprochó a ERC que "no hayan usado la llave de Carod durante dos años", en los que "los socialistas han hecho lo que han querido con ellos" --en el Congreso-- y consideró que "ahora, al querer usarla, se han encontrado que los socialistas les han cambiado el paño".
En este sentido, Duran admitió que en el Congreso se está fraguando "un cambio de actitudes" y dijo tener "la sensación de que las cosas van cambiando y que pueden cambiar" en materia de alianzas políticas.
"Al PSOE, ERC le ha ido muy bien porque le ha ido aprobando todo a cambio de nada, de ninguna contrapartida para Catalunya, pero también es verdad que esta compañía de ERC le hace mucho daño electoralmente al PSOE" y que "el PP tiene una mina de oro contra el PSOE a la hora de utilizar las expresiones y actitudes de ERC", apuntó.
En cuanto a la continuidad del tripartito en Catalunya, Duran señaló que "todo es posible en Catalunya desde hace dos años", por lo que aseguró que "no le sorprendería" que PSC, ERC e ICV-EA siguieran unidos pese al rechazo republicano al Estatut, aunque consideró que no tendría "ningún sentido". "?Cómo puede compartir ERC un gobierno con aquellos a los que acusa de traicionar los intereses de Catalunya?", preguntó.
Por último, Duran se refirió al pequeño conflicto suscitado por la reunión del presidente Zapatero con el presidente de CiU, Artur Mas, para cerrar el acuerdo del Estatut sin que Duran lo supiera y admitió que su "primera reacción" al enterarse fue de "decir 'caray'", aunque se trató de "un sentimiento personal" que optó por "no elevar a la potencia política".
"Cuando no sabes que hay una reunión" y tienes además "la responsabilidad que te ha encomendado la Ejecutiva de CiU de decidir sobre esta cuestión, la primera reacción --al enterarte-- es de decir 'caray', pero uno tiene la responsabilidad política de administrar correctamente las propias reacciones personales", explicó. "He de ser una persona responsable que no haga del sentimiento personal una cuestión que la eleve a potencia política", admitió.