MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) - Desde la sede del partido en Ferraz, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, se ha dirigido en especial a Ciudadanos, al que ha retado a volver a permitir un Gobierno socialista o a embarcarse en una nueva "aventura" con la extrema derecha. En cambio, desde la dirección federal sí abren la puerta a la renuncia de Susana Díaz. En repetidas ocasiones Ábalos ha hablado de la necesaria "regeneración" del partido en Andalucía y ha admitido que una eventual dimisión de la presidenta y líder del PSOE-A "forma parte de su responsabilidad". Pero este mismo lunes la cúpula del PSOE ha querido lanzar varios mensajes tras la debacle de anoche, en la que el partido se dejó 14 escaños y más de 400.000 votos en su peor resultado de la historia. El primero es que, pese a las expectativas frustradas, el PSOE-A ha sido la fuerza más votada y como tal tiene la responsabilidad de intentar formar gobierno y "liderar la solución de gobernabilidad que Andalucía merece y necesita". Con un PP a quien el PSOE ve "muy a gusto" yendo "a remolque" de Vox, Ábalos se ha dirigido especialmente a Ciudadanos, al que ha instado a decidir "si quiere apoyar" a los socialistas como hicieron en las pasadas elecciones andaluzas de 2015 o prefiere por el contrario "embarcarse en una aventura con la extrema derecha". En cambio, Ábalos ha evitado hacer autocrítica y valorar qué peso han tenido las políticas de Pedro Sánchez en el voto de castigo registrado por los socialistas en Andalucía. "Todo tiene implicaciones, pero cada territorio tiene su propia singularidad", se ha limitado a señalar, admitiendo que la dirección federal respaldó la estrategia del PSOE-A de hacer una campaña muy centrada en Andalucía, frente a la dimensión nacional que introdujeron PP y Ciudadanos. Lejos de admitir que los resultados del 2-D vayan a imprimir un giro en las políticas del Gobierno de Sánchez, Ábalos ha avanzado que el Ejecutivo español intensificará aún más si cabe la agenda social como estrategia para responder a ese "voto radical de descontento" que procede de las capas que se consideran más castigadas por la crisis. Pero Ábalos también ha marcado las líneas rojas que el PSOE no piensa franquear y los ámbitos en los que no cabe cesión alguna que hacer. "Nos opondremos a todo intento de recentralización del Estado de las autonomías, a cualquier intento de desmontar avances en el ámbito de los derechos y libertades, y muy especialmente en lo que ha representado la conquista de las mujeres en ganar espacio político", ha advertido, como también serán "beligerantes" en la defensa del sistema público de pensiones y del derecho a la vivienda. En resumen, Ábalos ha expresado la confianza del partido en que la derecha no sea capaz de llegar a un acuerdo de Gobierno y el PSOE-A sea capaz de pactar una alternativa que no le expulse de la Junta, que ha dirigido ininterrumpidamente en los últimos 36 años desde las primeras elecciones andaluzas de 1982. Su esperanza pasa por que Ciudadanos asuma que un pacto con la extrema derecha de Vox pueda pasarle factura y penalizarle en las elecciones generales.