Rajoy emula a Zapatero y se compromete a no gobernar si su partido no es el más votado

Actualizado: martes, 4 septiembre 2007 2:01


MADRID, 4 Sep. (OTR/PRESS) -

Sólo gobernará el más votado. Este es el compromiso que reafirmó el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, este domingo -ya se había comprometido en el mismo sentido en la campaña para los comicios de 2004- y es el compromiso que ayer también adquirió el líder del PP, Mariano Rajoy. "No formaré gobierno si no ganó las elecciones", proclamó el presidente de los populares, que, en rueda de prensa en Génova, eludió pronunciarse sobre la polémica de las listas y atribuyó la creación del nuevo partido político a la desconfianza generada por Zapatero.

El compromiso de Zapatero y Rajoy descarta, en principio, la posibilidad de que se dé en España un hecho insólito en unas elecciones generales, que el partido más votado no pueda acceder a los escaños azules del Congreso de los Diputados por una coalición con mayor número de diputados. Un caso no tan insólito en el caso de las elecciones autonómicas y municipales, donde los gobiernos se deciden en muchas ocasiones en los despachos y poco cuenta ser el más votado. Dos ejemplos se encuentran en Canarias, donde PP y CC arrebataron el poder al PSOE, y en Baleares, donde PSOE, UM y la Entesa hicieron lo propio para expulsar al PP del Gobierno.

El líder del PP, durante una rueda de prensa posterior a la primera reunión del Comité de Dirección del partido tras el verano, fue contundente en este sentido.: "Los españoles deben saber que comprometo mi palabra a que quien gane las elecciones formará gobierno". Rajoy consideró "positivo" que Zapatero se haya comprometido en el mismo sentido, aunque "es justo lo contrario de lo que ha hecho tras las elecciones municipales". "Pero es reconfortante que diga eso, porque así los españoles sabrán que el partido más votado será el que gobierne en los próximos cuatro años", remachó.

En cuanto a la polémica en torno a las listas electorales que presentará el PP de cara a esas elecciones generales, Rajoy eludió en todo momento la controversia. Sí que dejó entrever que a uno de los pesos pesados del PP de José María Aznar y ex director del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, no le han faltado ofertas por su parte para incorporarse a las listas populares. En todo caso, Rajoy atajó este asunto señalando que "forma parte de conversaciones privadas" y que "cuando haya noticias ya las conocerán".

"Mi única preocupación y ocupación es presentar un programa de gobierno que atienda a los retos de la sociedad española y no tengo nada más que decir", sentenció Rajoy. Además, reiteró que del asunto de las listas "se hablará cuando se produzca la convocatoria de las próximas elecciones" cuando se le preguntó si ha pensado en tomar alguna medida como adelantar la elaboración de las listas electorales para evitar que se especule sobre sus integrantes.

LA DESCONFIANZA EN ZP

En cuanto a la 'Plataforma Pro', auspiciada por Fernando Savater, Carlos Martínez Gorriarán y Rosa Díez, y cuya aspiración es convertirse en un nuevo partido político, Rajoy remarcó que "la única alternativa al PSOE" es el PP, aunque no dudó en "desearles mucha suerte" en su aventura política. Sin embargo, consideró que este nuevo partido "demuestra" que hay "una crisis dentro de una parte importante del PSOE y demuestra sobre todo que hay gente que no se fía de las verdaderas intenciones de Zapatero en el tema de España y en el tema de la negociación con ETA".

"Si tuvieran claras las intenciones del señor Zapatero, ese partido no lo hubieran creado personas que provienen fundamentalmente del PSOE", explicó Rajoy. Por último, el líder del PP no se mostró reacio a incorporar a sus listas a políticos de izquierdas, como los integrantes del nuevo partido, ya que el PP "es un partido abierto a todos", aunque "lo importante es que las personas que se incorporen a este partido sean conocedoras de que es lo que defiende este partido: la España constitucional, una España unida y el Estado de las Autonomías, defiende que no se negocie con ETA, una política económica en serio, una política de inmigración en la que no haya confusión ni bandazos y un gobierno que haga una apuesta clara por la seguridad ciudadana".