Dice que presentará en el Congreso una reforma de la Ley de Extranjería y recalca que la capacidad de acogida "no es ilimitada"
MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció hoy que su grupo parlamentario va a llevar al Congreso una petición de reforma de la Ley de Extranjería porque a su juicio hay que modificar la política de inmigración practicada por el Gobierno socialista. Además, reclamará un debate "tranquilo y sosegado" sobre los requisitos para acceder al padrón y otro sobre la financiación de las corporaciones locales que, según dijo, no cuentan con dinero suficiente para financiar los servicios públicos.
Durante su intervención en el Foro Madrid, Rajoy señaló que el padrón "no es el eje de la política de inmigración de un país", sino que se trata de un documento en el que los alcaldes "tienen que inscribir a las personas que viven en el municipio", sean legales o sin papeles.
A renglón seguido, recordó que la Ley de Extranjería obliga a expulsar a aquellas personas que están en el país en una situación de ilegalidad. "A los alcaldes se les dice que inscriban a aquellas personas que hay que expulsar, lo cuál es una contradicción", advirtió.
Aunque se mostró partidario de "cumplir la ley" y empadronar a todos los extranjeros, pidió que se produzca un debate "sobre los requisitos para acceder al padrón, las obligaciones de los alcaldes y los efectos del padrón". "Éste es el debate que se puede hacer y que se debe hacer", reiteró.
Por todo ello, indicó que lo que el PP llevará al Congreso de los Diputados es una petición de reforma de la Ley de Extranjería para "modificar la política de inmigración y al mismo tiempo pedirá un debate "sosegado y tranquilo sobre en qué debe consistir el padrón". "Una cosa es la política de inmigración, que es lo importante, y otra cosa son los requisitos para acceder al padrón y los efectos de esos requisitos", agregó.
En tercer lugar, Rajoy avanzó que pondrá encima de la mesa el debate sobre la financiación de las corporaciones locales, un tema "capital" sobre el que, según dijo, el presidente del Gobierno "no quiere oír hablar" cuando son los ayuntamientos los que prestan el grueso de los servicios públicos a los ciudadanos. "Éste es otro tema que quiero que se debate con cierta tranquilidad en el Congreso", agregó.
"ORDEN Y CONTROL"
El líder del PP quiso dejar claro que está a favor de la inmigración, un tema en el que a su juicio se requiere "orden y control" porque la capacidad de acogida de España "no es ilimitada" y "dependerá de los puestos de trabajo que haya y de los servicios públicos que se puedan prestar". "Por eso el PP estuvo en contra de los 'papeles para todos' y las regularizaciones masivas", apuntó.
En este sentido, destacó que la política de inmigración que hay que hacer en este momento pasa por un "mayor control de la ilegalidad", "lucha contundente contra las mafias" y "apuesta por la integración" para que los inmigrantes que vengan a España tengan los mismos derechos y deberes que los españoles, así como tener en cuenta la capacidad de acogida del país.
A su juicio, estos aspectos son "puro sentido común" e insistió en que llevará estas propuestas a la Cámara Baja con una iniciativa de reforma de la Ley de Extranjería porque la política del Gobierno socialista en esta materia ha llevado "a una situación que genera muchas dificultades".
