MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
La reforma del Hotel Ritz, proyectada por el arquitecto Rafael de la Hoz, fue aprobada hoy por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento a través del visto bueno a la modificación inicial del Plan General de Madrid, después de subrayar la importancia concedida a la protección del inmueble y su adecuación a las condiciones de un alojamiento de la máxima categoría.
Con esta reforma desaparecerán los impactos negativos de las instalaciones de la cubierta, actualmente visibles desde la vía pública, y se recuperarán elementos originales desaparecidos, como la bóveda acristalada que cubría el vestíbulo, el lucernario sobre la caja de la escalera principal, las carpinterías originales de madera y las chimeneas de extracción de humos de cocinas de la planta sótano, explicaron desde el Ayuntamiento de Madrid.
El proyecto incluye la construcción de una piscina bajo la pérgola sur del jardín, que funcionará como un gran lucernario. Todo esto contribuirá, según las mismas fuentes municipales, a favorecer el turismo en la capital al incrementar las plazas hoteleras --que pasarán de las 168 habitaciones dobles actuales a 172-- de cara a la cita olímpica. Según el Ayuntamiento, la capital cuenta actualmente con una importante oferta hotelera repartida en 889 establecimientos con 71.761 plazas.
El Ritz es un edificio singular construido en 1908 con un diseño similar a los levantados por César Ritz en Londres y París. El edificio se levanta en la plaza de la Lealtad, 5 sobre un solar ocupado anteriormente por el Teatro Tívoli y el Circo Hipódromo, y está protegido con nivel 1 grado singular.
Fue proyectado en 1908 por el arquitecto francés Charles Frederic Mewes, con dirección de obra de Luis Landecho. El hotel abrió sus puertas el 2 de octubre de 1910 con un acto al que asistió el presidente del Gobierno, José Canalejas, y la familia real al completo, ya que Alfonso XIII deseaba que Madrid tuviera un hotel de lujo a la altura de sus homónimos en París y Londres, considerados los establecimientos más elegantes de Europa.
Cuenta en la actualidad con 168 habitaciones dobles repartidas entre las plantas primera y sexta. En la planta baja hay salones y restaurantes. Los dos salones centrales estaban cubiertos en origen por una cristalera de acero y vidrio situada en el fondo del patio central, que fue sustituida hace años por una cubierta opaca.
Las dos plantas sótano están destinadas a actividades y servicio del hotel, y sobre la cubierta hay varias instalaciones de servicios que suponen un impacto visual negativo al ser visibles desde la calle. La actual cubierta, de teja plana y con aguas a patio y fachadas exteriores ha sido objeto de sucesivas intervenciones que han contribuido a su deterioro, como impermeabilizaciones e instalación de maquinaria.
Sobre la cubierta se encuentran las unidades exteriores de tratamiento de aire y máquinas de extracción mientras que las calderas de agua están en la planta sótano. Estos equipos antiguos serán renovados y recolocados en cubierta para ganar en seguridad y eficiencia. Con la reforma proyectada se reconfigura la cubierta, sin variar la altura de la cornisa ni de la cumbrera, y con un diseño de las mansardas que reproducirán fielmente otras proyectadas por Mewes.
La modificación de la inclinación de faldón exterior mejorará las deficiencias del espacio interior y eliminará los impactos negativos de las instalaciones ya que toda la maquinaria visible actualmente desde la vía pública será renovada y reubicada en pequeños cuartos. Esta infraestructura queda agrupada en el área próxima a la medianera del edificio contiguo en el número 4 de la plaza de la Lealtad, de manera que estará oculta desde cualquier perspectiva.