Restos de cerca de 6.000 bombas de fragmentación serán reciclados en una factoría de El Gordo (Cáceres)

Actualizado: martes, 2 diciembre 2008 19:07

EL GORDO (CÁCERES), 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los restos de las cerca de 6.000 bombas de racimo y munición de mortero de racimo serán reciclados en la factoría de Fabricaciones Extremeñas, S.A (FAEX) de El Gordo (Cáceres).

El director técnico de Desmilitarización de FAEX, Gregorio López, puso de manifiesto que "casi el 80%" de los metales presentes en las diferentes bombas y municiones podrán ser reciclados, siendo "el 14%" en el caso del explosivo destinado a acciones "civiles como la minería o las obras de infraestructuras".

De las misma manera Gregorio López destacó que toda las acciones sobre el armamento que se realizan se basan "en la seguridad para las personas y el respeto por el medio ambiente".

El proceso para el desarme de estas bombas y municiones comienza con el traslado de las armas de los polvorines de las Fuerzas Armadas (FFAA) hasta la empresa FAEX controlado por los servicios de municionamiento de las FFAA y las intervenciones de armas y explosivos de la Guardia Civil, cumpliendo en todo momento la legislación sobre mercancías peligrosas.

Tras la recepción del armamento, la primera acción es la de "desembalaje" de la munición y este embalaje es "clasificado y separado para su correcta gestión medioambiental" según Gregorio López, ya que son múltiples los embalajes, desde cajas de metal a madera, plástico o cartones.

Cada una de las bombas es tratada individualmente y lo que se realiza es la separación de "todos los elementos posibles de la munición" un procedimiento caracterizado de "riesgo" por parte del director Técnico de Desmilitarización de FAEX.

Del desarmado de las bombas se obtienen componentes plásticos y metálicos que serán reciclados, mientras que la espoleta, los detonantes y las cargas de pólvora y las submuniciones son tratados de nuevo, si bien alguna de las cargas de pólvora se pueden reutilizar para "cartuchos deportivos" y sino es así "se incineran".

Las submuniciones que lleva cada bomba, 248 unidades por bomba, son desarmadas individualmente, separando la espoleta de la carga explosiva principal. Una actuación "de riesgo" que se hace en compartimentos separados y mediante técnicas mecánicas.

Las espoletas de las submuniciones "pasan directamente a la planta de incineración" ya que contiene explosivos "muy sensibles" que son "difícilmente recuperables" y que de tratar de hacerlo sería corriendo "riesgos" por lo que se decide su incineración inmediata afirmo Gregorio López.

El tratamiento de los explosivos que contiene cada una de las cargas de las submunición es de recuperación, si bien hay dos técnicas dependiendo del tipo de explosivo, la primera mediante la fundición del explosivo "a temperatura de vapor" separando de esta manera el explosivo y la carcasa. O mediante la congelación con "nitrógeno líquido" que permite partir la carcasa y extraer el explosivo que ante las bajas temperaturas queda inactivo.

Dependiendo del tipo de explosivo podrá ser empleado "para minería o en obras públicas" de manera civil, mientras que las carcasas que cubrían los explosivos son reciclados.

La incineración de los elementos explosivos no recuperables se desarrolla en un horno especialmente preparado para ello que cuenta con blindaje y cuyos gases por 4 fases de limpieza, mediante la separación molecular de los diversos gases que podrían resultar dañinos al medioambiente.

El presidente del Consejo de Administración de la sociedad ESPAL a la que pertenece FAEX, Francisco Torrente, destacó que FAEX cuenta con las mayores certificaciones medioambientales como es la ISO 14001.

Francisco Torrente puso de manifiesto que las actuaciones de FAEX "no tienen impacto medioambiental alguno" y que prácticamente "todos los residuos son recuperables" mientras que los peligrosos "no recuperables" son eliminados mediante incineración.

Las primeras bombas de racimo fueron desmilitarizadas y desarmadas esta mañana en la factoría de FAEX del Gordo, tras la visita de la ministra de Defensa Carme Chacón quien recibió como regalo una submunición de una bomba de racimo montada pero desactivada, y otra totalmente desarmada sobre un panel para poder ver las diferentes partes de la misma.

(EUROPA PRESS EXTREMADURA)

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