MADRID 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Rey Juan Carlos I aprovechó hoy el saludo de despedida que iba a brindarle el líder de la oposición, Mariano Rajoy, en el Congreso de los Diputados para, delante de todos los presentes, cogerle por el hombro y, con gesto cariñoso, retirarlo hasta la tienda de la Cámara y mantener con él una breve conversación privada.
Esta mañana, los Reyes presidieron la inauguración de los nuevos edificios de la Cámara Baja. Entre otras cosas, visitaron los despachos de los distintos Grupos Parlamentarios acompañados del presidente de Las Cortes, Manuel Marín, y del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Cuando llegaron a la zona de trabajo del Grupo Popular --donde se encontraba reunido su Comité de Dirección--, los Reyes saludaron a todos sus miembros. Se pudo ver también a Zapatero intercambiar un escueto saludo con Rajoy y algunas palabras más con el portavoz del PP, Eduardo Zaplana.
Al tiempo, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, departió tranquilamente con el diputado de UPN y miembro de la dirección del Grupo Popular en la Cámara, Jaime Ignacio del Burgo, charla a la después se uniría el propio Rodríguez Zapatero.
RECEPCIÓN: GUERRA Y RAJOY
Tras la mencionada visita a las instalaciones de la zona nueva de la Cámara y el discurso de Marín, comenzó una recepción en la que los Reyes conversaron con responsables de las máximas instituciones del Estado, diputados y periodistas. De hecho, Doña Sofía aprovechó la ocasión para dejar constancia de la tristeza que le había producido la muerte de Rocío Jurado y su consideración al valor que había demostrado para soportar una larga enfermedad.
Don Juan Carlos conversó y bromeó también con los invitados a la recepción y, en un momento dado, mantuvo una conversación que llamó la atención por su duración con el presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, Alfonso Guerra, y el ex presidente de la Cámara, Félix Pons.
La recepción --que tuvo como 'temas estrella' en sus 'corrillos' el fallecimiento de Jurado, el Debate sobre el Estado de la Nación y, especialmente, el desencuentro de Zapatero y Rajoy tras el anuncio de que el PSE se reunirá en breve con Batasuna--, se prolongó durante algo más de hora y media.
A su término, los Reyes se disponían a marcharse y los máximos responsables del Congreso y los grupos parlamentarios se colocaron de forma protocolaria ante la puerta que separa el vestíbulo de la tienda de Las Cortes a fin de despedir a Don Juan Carlos y Doña Sofía.
Cuando llegó el turno de Rajoy, el Rey le dio primero la mano para, inmediatamente, cogerle un brazo y extenderle el otro sobre los hombros y llevárselo a un rincón a fin de mantener una conversación privada.
La escena fue contemplada con curiosidad por buena parte de los diputados, periodistas y colaboradores de Zapatero --el presidente departía mientras en la tienda con el jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza--. Se marcharon los Reyes y Rajoy volvió al interior del vestíbulo del nuevo área del Congreso, donde charló unos minutos con algunos de sus parlamentarios antes de retirarse acompañado de Angel Acebes y Eduardo Zaplana.