VALENCIA, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Salvem Tabacalera criticó hoy a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, porque "sólo ha tenido oídos" para "facilitar una recalificación que tiene consecuencias especulativas", en referencia al derribo de las naves laterales y traseras del edificio de Tabacalera, según informaron fuentes de esta plataforma ciudadana en un comunicado.
Los responsables de esta asociación señalaron que la mercantil Guadalmedina construirá 300 viviendas en los solares y lamentaron que el consistorio valenciano "entrega, sin tasación alguna, el patrimonio municipal --en referencia al edificio de la plaza de América-- que derribarán para construir 110 viviendas más".
En este sentido, acusaron a Barberá de actuar "sin el más mínimo respeto por el patrimonio, por la historia de Valencia y por sus ciudadanos", ya que "tan sólo ha tenido oídos para la parte privada de la operación" que, según destacaron, "está llena de sospechas y sombras y pretende dejar a las futuras generaciones sin un referente histórico de primera magnitud".
Los representantes de Salvem Tabacalera indicaron que alrededor de las 7.00 horas de hoy, cinco máquinas excavadoras "comenzaron a derribar la Tabacalera", y precisaron que lo hicieron "con excesivas prisas, como para dejar libres los solares cuanto antes, donde después consumarse la edificación de 300 viviendas". "Las plusvalías privadas se abren paso entre las ruinas", sentenciaron.
Al respecto, manifestaron que la alcaldesa de Valencia "ha seguido adelante con un proyecto cuyo único aval es el de el anterior Director General de Patrimonio Cultural, un político nombrado, no para proteger el patrimonio, sino, al menos en este caso, para consentir operaciones especulativas", porque "avaló esta recalificación de Tabacalera a pesar de existir informes técnicos de su propio departamento".
Desde la plataforma ciudadana subrayaron que la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos dijo que el edificio de Tabacalera "representa uno de los mejores ejemplos del patrimonio industrial de España" y, por este motivo, presentó un proyecto ante la Dirección General de Bellas Artes de Madrid en 2001 para que formara parte del catálogo nacional industrial, de modo que Tabacalera fue incluida en dicho catálogo en 2002.
Además, indicaron que "debía recibir la máxima catalogación prevista en la Ley de Patrimonio Histórico Español", por lo que la Generalitat "debió impulsar la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC)", aunque precisaron que el Consell "no lo hizo".
Del mismo modo, aseguraron que la Real Academia de Bellas Artes "exigió al Ayuntamiento el 21 de agosto de 2003 en un informe que el edificio fuera en su totalidad Bien de Relevancia Local". No obstante, lamentaron que Rita Barberá "ha desoído" a esta institución consultiva, quien exigió "el mantenimiento de la Tabacalera" y advirtió de que que los derribos "incumplen la legislación urbanística valenciana".
"RAZÓN JURÍDICA".
Por otro lado, los responsables de Salvem Tabacalera comentaron que, el pasado mes de marzo, esta asociación presentó una demanda en el Tribunal Superior de Justicia, y manifestaron su deseo de que, en este caso, "la razón jurídica prevalezca sobre las plusvalías privadas" y, de esta forma, "las naves deberán reconstruirse y las verdaderas intenciones de la alcaldesa y de sus concejales quedarán al descubierto".
Además, se mostraron confiados en que la Justicia "aplicará el principio de precaución en materia patrimonial y medioambiental recogido en la Carta Europea", ya que "el objetivo fundamental de la demanda presentada por Salvem Tabacalera es evitar la destrucción patrimonial que hoy se ha iniciado".
Finalmente, consideraron "preocupante" el "comportamiento sumiso" de la alcaldesa "cuando se trata de convenios que generan plusvalías privadas". "En las once ciudades donde hay fábrica de Tabacalera se mantiene el edificio histórico", destacaron los responsables de la plataforma, quienes señalaron que es así porque estas poblaciones cuentan con alcaldes que "defienden su patrimonio y los intereses de todos los ciudadanos". Sin embargo, criticaron que en Valencia no porque "es otra cosa".
