MÁLAGA, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
El nombre del alcalde de Los Alcázares (Murcia), José Antonio Martínez Meca, figura en uno de los listados intervenidos en el marco de la operación 'Malaya' relacionado con el presunto cerebro de la trama, Juan Antonio Roca; lo que viene a constatar que el regidor era "persona conocida y que mantenía una buena relación o al menos de confianza" con éste.
Así, su nombre aparece en varios documentos incautados en registros practicados; en concreto, en un folio con el encabezamiento de "cestas de Navidad amigos jefe" y en otro titulado "Vanda Murcia", también relacionado con regalos navideños. Asimismo, en algunos de los documentos, incluidos en el sumario del caso contra la corrupción en el Ayuntamiento de Marbella (Málaga), se le llega a denominar como "Pepote".
Esta relación se desprende también de las conversaciones del imputado Gonzalo Astorqui, recogidas en el informe policial realizado con motivo de la prórroga de dichas intervenciones, al que tuvo acceso Europa Press. Así, el interlocutor del imputado le dice que "ha salido uno de los nuestros", en relación al recién elegido alcalde de dicha localidad.
En este punto, los investigadores no pueden precisar si esta afirmación se refiere a una amistad personal con el ex asesor de Urbanismo marbellí o simplemente a afinidad política con el anterior alcalde, que también figura en la relación de regalos que efectuaba Roca, al igual que a otros cargos municipales.
Tras las intervenciones telefónicas y con los datos obtenidos de los registros, se solicitó la orden de detención de Astorqui, al considerarse que fue una de las personas que participó "presuntamente de forma activa" en operaciones de blanqueo de dinero y estuvo en el "consejo de sabios" de asesores directos de Roca.
Su arresto, que se produjo a mediados del mes de octubre en Madrid, se argumentó en los archivos y en las declaraciones de otros imputados, como Montserrat Corulla y Óscar Alberto Benavente, quienes le consideraron, según los investigadores, el "director financiero de Roca" y le achacaron que "poco a poco se ha ido quedando con todo el negocio".
Según Corulla, éste se reunió con dos de los seis abogados del despacho Sánchez y Zubizarreta imputados en la causa porque iban a transferir todas las propiedades de varias sociedades a nombre de dos sociedades de los hijos de Roca, con excepción de Condeor. Estas firmas ya se habían creado con anterioridad en dicho bufete y no les consta, según el informe, actividad económica ni patrimonio a su nombre.
