Los populares acusan al lehendakari de "mentir" al hablar del apoyo que recibió el texto elaborado por el Consejo Político
VITORIA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los grupos que conforman el tripartito (PNV, EA y EB), PSE y Aralar rechazaron hoy una iniciativa del PP en la que se le pedía al lehendakari, Juan José Ibarretxe, que prescindiera del 'Plan de Paz y Convivencia', "una vez constatada su falta de rigor, de respaldo político y de coherencia con los fines que dice perseguir", y en la que se instaba a poner en práctica las medidas de apoyo a las víctimas del terrorismo que se aprobaron en febrero de 2005. EHAK no participó ni en el debate ni en la votación.
En la defensa de su moción consecuencia de interpelación, el portavoz del PP, Santiago Abascal, criticó el citado plan porque "no contó con la opinión de las víctimas y porque supone un apoyo ficticio" a este colectivo, mientras que "mantiene contento a los terroristas", y aseguró que "no sirve", estorba a las víctimas y ensucia su sufrimiento, porque mezcla muchas cosas".
"Es un bodrio para las víctimas", insistió el representante del PP, quien mostró la "repulsa" de su grupo y aseguró que el objetivo de este texto es "disimular el sufrimiento de este colectivo en un cajón de sastre", porque "relativiza la inocencia de las víctimas y busca causas a los crímenes horrendos".
Por todo ello, manifestó que el plan está "abandonado y relegado" y pidió al lehendakari que lo abandone "si quiere que su perdón sea creíble", porque "humilla a las víctimas equiparándolas a los victimarios". Además, aseguró que Ibarretxe "no tiene vergüenza para utilizar a las víctimas" y para "mentir en relación con el apoyo que su texto recibió".
En este sentido, Abascal leyó los mensajes recibidos por parte de las asociaciones de víctimas de Extremadura, Galicia y Valencia, en los que niegan su apoyo a este texto, y denunció "el uso partidista que el lehendakari hace de las víctimas", así como "que les impute hechos inciertos".
El portavoz del PP se refería así a las declaraciones efectuadas en el pleno del pasado día 9 de febrero por el lehendakari, en el que dijo que las asociaciones de víctimas consideraron este texto como "un ejemplo a seguir en otras comunidades".
Respecto a las medidas de apoyo a las víctimas del terrorismo que se aprobaron en febrero de 2005, Abascal pidió que se pongan en marcha.
TRIPARTITO, PSE Y ARALAR
Desde el PNV, Iñigo Urkullu consideró que este debate "no merece la pena y sí el que haya una sensibilidad común de los políticos para recuperar la memoria de las víctimas y resarcir y satisfacer sus necesidades, tanto económicas como morales".
En este sentido, aseguró que suscriben las explicaciones de Ibarretxe sobre el "Plan de Paz", que tiene "validez y actualidad", así como los acuerdos parlamentarios referidos a las medidas de apoyo a las víctimas.
Respecto a las enmiendas de totalidad presentadas, dijo que la de Aralar, que pedía que se hiciese un debate monográfico sobre el plan en el Parlamento vasco, y que finalmente fue rechazada, "carece de sentido" porque ninguno de los grupos hizo aportaciones al texto en el período que se fijó para ello.
Respecto a la del PSE, que posteriormente fue retirada antes de ser votada, valoró que urja a que se cumplan las medidas de apoyo a las víctimas, pero dijo que "tiene un error" porque insta al Gobierno vasco en lugar de a la Ponencia de Víctimas, que es el organismo encargado de velar por el cumplimiento de estas medidas.
El portavoz del PSE, Rodolfo Ares, dijo no querer "contribuir a un debate que crea división entre los demócratas", y anunció que no secundará al PP en sus objetivos, antes de abogar por "primar lo que nos une y no lo que nos separa". Además, instó a que se completen las medidas de apoyo que aún no se han cumplido, y reclamó "un esfuerzo de todos", antes de valorar la actitud de algunos que "han cambiado en los últimos tiempos".
En este sentido, aseguró que lo importante es "aprovechar este debate para que se cumplan estas medidas", y dijo que "rectificar" es el mejor modo de hacer caso a las víctimas. "Hay que buscar lo que nos une e incluso hacer concesiones", concluyó.
El representante de EA, Rafa Larreina, anunció que su grupo "nunca entrará en controversia con las víctimas" ni "utilizará este tema como arma arrojadiza", y dijo que los políticos "son los responsables de buscar soluciones y de dar respuestas" para que "nadie se quede fuera".
Además, criticó al PP por "llevar las cosas al extremo" y por decir que el texto "equipara las distintas situaciones", y pidió a este grupo que "no ponga en duda que este Gobierno está a favor de las víctimas".
Tras calificar el plan de "modélico", instó a los populares a que "no pidan al Ejecutivo vasco lo que no piden a otros gobiernos" y les acusó de ser "incapaces de gestionar la complejidad de este país y del Estado". Por último, calificó la propuesta de "extemporánea e injusta", y dijo que "no responde a la realidad porque se basa en prejuicios".
El portavoz de EB, Oskar Matute, criticó al PP porque "juzga las intenciones y no los hechos" del resto de los grupos, y porque "cree que el gobierno hace todo en contra de las víctimas". Aunque admitió que esta formación "tiene derecho a que no le guste el Plan de Paz", aseguró que este texto "también tiene elementos positivos".
Por todo ello, dijo que los populares están "obsesionados" y siempre traen a la Cámara "odio, venganza y rencor", al tiempo que "utilizan a las víctimas". "Así jamás habrá solución", concluyó.
La representante de Aralar, Aintzane Ezenarro, también señaló que el "Plan de Paz" tiene más cosas aparte de las medidas de apoyo a las víctimas, y se preguntó por qué el PP pide ahora que se cumplan las propuestas de 2005, si este grupo rechazó el dictamen en el que se incluían.
Además, indicó que la mayoría de los grupos han desarrollado un "recorrido hacia el reconocimiento del sufrimiento de las víctimas" y criticó al PP por "no querer ver ese recorrido y por no hacer nada", antes de reclamar un debate monográfico sobre el citado plan.
