El TS condena a la Junta de Andalucía a pagar 179.290 euros al dueño de unos terrenos dañados por las aves de Doñana

Europa Press Nacional
Actualizado: domingo, 29 abril 2007 14:20

MADRID 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo ha condenado a la Junta de Andalucía a indemnizar con 179.290 euros al propietario de unos terrenos dañados por las aves del Parque de Doñana, en Huelva, que acudieron a ellos por la falta de alimento en el espacio natural a causa de la sequía que sufrió el sur de España entre noviembre de 1995 y enero de 1996. El alto tribunal entiende que existió una "deficiente" gestión de la Administración competente desde el punto de vista científico y ambiental, en lo relativo al cuidado y alimentación de las aves en el espacio natural.

En su sentencia, el Supremo sostiene que la gestión de la Junta de Andalucía del Parque de Doñana llevó a las aves a abandonarlo en busca de alimento, a pesar de que desde años anteriores se conocían los efectos de la sequía. Aún así, permitieron que los ansares dañaran los "terrenos próximos", sin avisar a sus propietarios y sin su consentimiento, por lo que no estaban obligados a soportar esta situación.

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo desestima el recurso de casación interpuesto por la Junta de Andalucía contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), de 9 de enero de 2003, que declaró procedente que la Administración indemnizará al hombre por los daños causados en sus terrenos.

Al igual que la sentencia de instancia, el Supremo critica que la Junta no tomase las medidas oportunas para alimentar a las aves y evitar así su desplazamiento a terrenos colindantes, con el consiguiente daño en los cultivos.

INDEBIDA ACTUACIÓN.

La Junta de Andalucía admitió la realidad del daño y la existencia de la sequía, pero entendió que el daño no podía imputarse a una indebida actuación del poder público en el uso de sus potestades públicas.

Frente a este argumento, el Supremo recuerda en su sentencia que en 1989 y 1990 el Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza, con competencias en el Parque de Doñana, se dirigió a los propietarios de las fincas próximas al espacio natural para pedirles ayuda, ya que no había encharcamiento suficiente en las marismas para albergar a todas las aves.

Ello, según el alto tribunal, acredita que desde al menos 1989 la Administración ya estaba al corriente de la falta de encharcamiento suficiente de las marismas en épocas de sequía estival, con las consecuencias que ello derivaba en las aves.

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