La división de la UE podría poner en riesgo los valores europeos, según Barroso
BRUSELAS, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
La canciller alemana y presidenta de turno del Consejo, Angela Merkel, afirmó hoy que si no hay un arreglo institucional a tiempo para las elecciones a la Eurocámara de junio de 2009 se agrandará la distancia entre la UE y los ciudadanos, que ya quedó de relieve en los anteriores comicios europeos con una participación global del 45%, que se redujo a poco más del 25% en el caso de los nuevos Estados miembros.
Merkel compareció ante el pleno del Parlamento Europeo para dar cuenta de los resultados de la cumbre extraordinaria que se celebró el pasado domingo 25 de marzo para conmemorar el 50 aniversario de la firma de los Tratados de Roma. En ella, los líderes europeos firmaron la 'Declaración de Berlín', que les compromete precisamente a sacar a la UE de su actual crisis como muy tarde en 2009.
"Una campaña electoral en 2009 a las elecciones a la Eurocámara en la que no podamos decir a los ciudadanos que se puede ampliar la UE, en la que no podamos decir cuántos miembros tendrá la Comisión Europea futura, en la que no podamos decir que la política energética forma parte de las competencias europeas, en la que no podamos decir que en cuestiones de justicia e interior trabajamos sobre la base de decisiones mayoritarias como exigen las circunstancias, unas elecciones así serían unas elecciones que agrandarían la distancia entre las instituciones europeas y los ciudadanos", destacó la canciller alemana.
Reiteró que en la cumbre de junio presentará una 'Hoja de Ruta' para desbloquear el Tratado constitucional que no será "la solución al problema" sino que "dejará clara la dirección" y pidió el apoyo de la Eurocámara. En todo caso, Merkel destacó que pese al fracaso de la Constitución Europea, la presidencia alemana ha logrado éxitos como avanzar en el debate sobre el 'roaming', simplificar los pagos transfronterizos, o llegar a un acuerdo para liberalizar el tráfico aéreo con EEUU.
Además de la cuestión del Tratado, la canciller enumeró ante los eurodiputados el resto de prioridades en la segunda mitad de su mandato al frente de la UE. En primer lugar, se refirió a la cumbre entre la UE y EEUU que se celebrará el 30 de abril en Washington, en la que tratará de avanzar en su propuesta de una "asociación transatlántica" y tratar de que la administración de George W. Bush se sume a un acuerdo internacional de lucha contra el cambio climático. "Es un hueso duro de roer y no se puede prometer demasiado", dijo.
La misma cuestión de la lucha contra el cambio climático será el tema central de la reunión del G-8 en junio en la localidad alemana de Heiligendamm, a la que se ha invitado también a China, India, Brasil, México y África del Sur. Finalmente, Merkel destacó la "máxima importancia" de la cumbre en mayo entre la UE y Rusia y dijo que espera que se puedan superar los "escollos" --en referencia al veto de Polonia-- que impiden iniciar las negociaciones para un nuevo Acuerdo de Asociación que dedique un capítulo central a la energía y la seguridad de suministro.
"El mundo no está esperando a Europa. Nosotros hemos asumido la responsabilidad para que Europa se integre en el mundo con sus ideas y que podamos defenderlas. Eso no se puede conseguir si nos aislamos, si nos miramos al ombligo. Sólo es posible si se promueven activamente nuestras ideas", señaló Merkel.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pidió una solución "rápida y ambiciosa" para el problema institucional porque "no hay duda" de que el fracaso en la ratificación del Tratado constitucional "ha dejado una sombra de la duda permanente sobre la UE", una "duda de negativismo, pesimismo, escepticismo".
"Un fracaso a la hora de pactar un acuerdo institucional causará divisiones que podrían amenazar nuestros valores comunes. La historia europea debería recordarnos que nunca podemos dar por sentado el gran acervo de paz, estabilidad y libertad. Tenemos que nutrir de manera permanente este acervo político y de valores", alertó Barroso.
Recordó que todos los Estados miembros firmaron el Tratado, y aunque no se ha podido ratificar por los votos negativos en Francia y Países Bajos, el compromiso político "obliga a todos a trabajar de manera constructiva para buscar una solución común". También pidió de nuevo a los políticos nacionales que resistan a la tentación de adjudicarse todos los méritos y culpar de lo malo a Bruselas.
