Critica los comportamientos que "acentúan un desapego social" a partidos e instituciones y que "alimentan reacciones populistas y demagógicas"
VITORIA, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha criticado las actuaciones y comportamientos que "acentúan un desapego social en relación a los partidos políticos y las instituciones públicas" y que "alimentan reacciones populistas y demagógicas", y ha expresado el compromiso de su gobierno de "mantener una actitud de exigencia y rigor ante conductas que desvirtúan la esencia de la política y provocan malestar en la ciudadanía".
Urkullu ha participado este lunes en la apertura del 'II Congreso Liderazgo Ético del País Vasco. Ética y medios de comunicación' organizado por la Fundación Clúster de Ética del País Vasco y la Fundación Vital en el Palacio Villa Suso de Vitoria.
En su intervención, el lehendakari ha destacado que este congreso plantea una cuestión de "plena actualidad" como son las relaciones entre ética y medios de comunicación y ha reivindicado la importancia de los medios a la hora de "afianzar un cultura ética en la sociedad actual".
"No cabe duda de que el papel de los medios es fundamental en la sociedad actual. Por ello es necesario que su actitud y disposición se asienten siempre sobre una base ética", ha defendido.
Tras recordar que el compromiso ético forma parte del "ideario" del Gobierno Vasco, ha puesto en valor la labor que desarrolla la Comisión Ética Pública en la interpretación y aplicación del Código Ético y de Conducta, subrayando que desde su puesta en marcha en el año 2013 se han redactado 67 acuerdos.
"Vamos a mantener esta actitud de exigencia y rigor ante conductas que desvirtúan la esencia de la política y provocan malestar en la ciudadanía", ha subrayado.
Urkullu ha destacado que "en muchas ocasiones la vida política está regida por un cortoplacismo y tacticismo que absorbe la atención pública y termina distanciando a la ciudadanía".
En este sentido, ha criticado las actuaciones y comportamientos que "están acentuando un desapego social en relación a los partidos políticos y las instituciones públicas" y ha afirmado que este desapego "alimenta reacciones populistas y demagógicas".
"Nos encontramos ante actitudes que generalizan y extienden el descrédito a toda la acción política en su conjunto. Esto no es así. No voy a cejar en la reivindicación de la política como servicio para la mejora de las condiciones de vida de las personas y la convivencia social", ha subrayado.
CONFIANZA, EXIGENCIA Y FIRMEZA
Urkullu ha querido trasladar un mensaje de "confianza" y de "exigencia y máxima firmeza ante cualquier desviación", y ha destacado tres bases para asentar el prestigio social de la acción institucional y política: el compromiso ético, ejemplaridad y honestidad; la competencia personal y profesional; y una acción política "realmente transformadora" de la sociedad. "Considero que estas bases pueden ser de aplicación, también, a los medios de comunicación social", ha señalado.
"Personalmente intento cumplir las tres bases. Intento ser responsable diciendo y actuando. Diciendo con absoluta honestidad lo que pienso y en base a lo que sé y he analizado con el propósito siempre de avanzar y progresar como una sociedad respetuosa y respetable, aun a riesgo de chocar con tergiversaciones interesadas o instrumentalización interesada acompañada de tópicos que alimentan dinámicas de trinchera. Diciendo y actuando con el mayor de los respetos y si estuviere equivocado o hubiera faltado al propósito pidiendo perdón", ha explicado.
Por otro lado, ha defendido que la "confianza y estabilidad" son un "antídoto ante la incertidumbre que se cierne sobre el escenario global" y haciendo referencia a la crisis iniciada hace poco más de una década, ha recordado que, además de dimensión financiera y económica, también tuvo una "dimensión moral anclada en la desviación ética y los nada edificantes valores que presidieron algunas conductas especulativas en aquella época".
"El origen de la crisis provino, sin duda, de una defectuosa regulación o falta de supervisión ante la voracidad lucrativa de los operadores. Pero fue resultado, también, de una crisis de valores", ha señalado.
