Los vecinos del barrio barcelonés del Raval ven "ilegal" las expropiaciones

Actualizado: viernes, 11 febrero 2011 20:30

BARCELONA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Asociación de Vecinos del Raval, Josep García, ha calificado el plan para combatir la degradación y prostitución en 63 edificios ubicados en las calles de Sant Ramon y Robadors de "electoralista", y ha asegurado que la medida no se va a llevar a cabo porque es "ilegal", ya que el ayuntamiento no descarta expropiaciones.

Según García, los problemas de prostitución y drogas han persistido durante años en el barrio y el consistorio "no ha hecho nada" y entiende el proyecto como una estrategia del alcalde Jordi Hereu para conseguir réditos electorales de cara las municipales de mayo.

Según él, el propósito del consistorio supone "una contundente idea de especulación", que no se llevará a cabo porque un plan especial requiere de una exposición pública y de la presentación de enmiendas para aquellos que se opongan, con lo que el presidente estima que se tardarían más de cuatro años en realizarlo.

El Ayuntamiento, no obstante, afirma que sacará adelante este plan tras 30 días de exposición pública y su aprobación definitiva por parte de la Comisión de Gobierno municipal.

García ha explicado que si el consistorio cree que la medida afecta a 1.600 personas se debe a que tenían conocimiento, al igual que los dueños de las fincas, de la existencia de pisos patera.

Asimismo, el presidente de los vecinos del Raval ha recordado que la expropiación por parte de la administración municipal sólo puede realizarse en caso de que se quieran construir equipamientos o centros culturales, con lo que descartaría el propósito de la casa consistorial de expropiar, rehabilitar y sacar al mercado las viviendas.

La asociación se opone a la "expropiación discriminada", aunque mantiene una posición de descrédito y menosprecio ante la medida, que insiste en que no se llevará a la práctica.

Este posicionamiento responde a que en las citadas viviendas conviven vecinos del barrio, que nada tienen que ver con la delincuencia y podrían verse expulsados de sus viviendas, según el presidente.