"Si no me hubiese reunido con el etarra estaría molesto conmigo mismo"
MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
La víctima de ETA Roberto Manrique, que se reunió hace un año en la cárcel de Zaballa con Rafael Caride Simón, uno de los autores del atentado de Hipercor en 1987 en el que él resultó herido junto con otras 44 personas y en el que fallecieron 21 personas, se ha mostrado satisfecho del encuentro, ya que de no haberse producido se habría sentido "molesto" consigo mismo.
En declaraciones a Europa Press Televisión, Manrique, que fue junto con otra víctima de ETA, la primera persona en acogerse al programa de encuentros con terroristas arrepentidos que impulsó en su día el Ministerio del Interior, ha recordado el momento como "algo importante" para colaborar después de "tantos años de trabajo en que nadie más sufra" lo que ha sufrido él y su familia.
Asimismo, ha destacado que la reunión con Rafael Caride Simón sirvió de ayuda para "sacar más información de la cárcel" y como una colaboración para "evitar más dolor". Fue el propio miembro de la banda terrorista el que mandó una carta a Manrique para entrevistarse con él. En la misiva reconocía el daño y el sufrimiento que habían causado a personas como él durante su militancia en ETA.
La víctima de ETA recuerda el día del encuentro con una mezcla de sentimientos, pero ha reconocido que "no iba solo" ya que le acompañaban "muchísimas víctimas" que durante muchos años le habían hecho llegar sus preguntas, consultas y dudas sobre "el porqué de todo lo que ocurrió". "Tuve oportunidad de preguntarle a los autores una serie de cuestiones y sentí una responsabilidad importante", ha reconocido.
En su opinión, la labor con este terrorista "ya está hecha" y confía en que "sea extensible a otros terroristas en su situación" ya que considera que es necesario potenciar "la vía Nanclares". Además, cree que el que haya otras víctimas que se reúnan con terroristas depende el "Gobierno central" y se ha mostrado partidario de ayudar a quien lo quiera hacer, puesto que ha afirmado que está abierto "a colaborar y a explicar" cómo lo hizo.
Sin embargo, Manrique espera que si otras víctimas tienen la posibilidad de acudir a uno de estos encuentros "no tengan la desfachatez y la indignidad de estrecharle la mano a un asesino"