MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El juicio celebrado en la Audiencia Nacional contra nueve jóvenes acusados de participar en la distribución de ejemplares del boletín interno de ETA ('Zutabe') quedó visto para sentencia hoy después de que las defensas de los imputados solicitasen la absolución de todos sus representados. La Fiscalía pide para cuatro de ellos una pena de ocho años de cárcel por pertenencia a organización terrorista y para los cinco restantes solicita una condena de cinco años.
"Para acusar de un delito de colaboración con organización terrorista debe probarse ésta fue objetivamente relevante", denunció una de las abogadas defensoras, quien reprochó a la fiscal del caso, Olga Sánchez, que la única prueba que ha aportado durante el proceso "ha sido un 'corta y pega' de declaraciones de coimputados". Por ello, la defensa insistió en la inocencia de sus representados para los que pidió la absolución.
El pasado día 3, la fiscal Olga Sánchez modificó su petición de penas para los nueve acusados, presuntos miembros de la organización ilegalizada Segi y elevó de seis a ocho años la prisión solicitada para cuatro de ellos a los que acusa de pertenencia a organización terrorista.
Entre ellos se encuentran los acusados Iker Legarra y Mikeldi Zenigaonaindia que negaron en el inicio de la vista oral el pasado 20 de septiembre su participación en los hechos que se les imputan a pesar de que fueron sorprendidos cuando portaban los 'zutabes' en un vehículo.
"REVISTAS SOBRE LA PROBLEMÁTICA JUVENIL".
Ambos justificaron entonces en respuesta a las preguntas de su abogado defensor la presencia de los boletines de ETA en el coche y aseguraron que pensaban que el paquete que transportaban contenía "revistas sobre la problemática juvenil".
Además de Legarra y Zenigaonaindia, la fiscal pide también 8 años de cárcel para Erika Bilbao e Ibón Goitia. En el caso de los otros cinco acusados --Urtzi Etxebarria Aierdi, Mitxel Zenarruzabeitia, Xabier Erkiaga, Jon Akarregui y Gaizka Likuona-- el Ministerio Público ha rebajado en uno los seis años de cárcel que pedía en su escrito de calificación provisional que quedarían ahora en cinco.
Según defiende el Ministerio Público todos ellos participaron en distintos grados en la recogida paquetes con los boletines en 'herriko tabernas' y en su transporte en vehículos precedidos por otros coches que ejercían las funciones de lanzadera.
En el transporte efectuado por Legarra y Zenigaonaindia, miembros de la Guardia Civil aprehendieron, en un coche en el que viajaban los dos acusados mencionados, 60 ejemplares del 'zutabe' número 107 que contaban en la cubierta con el anagrama de ETA y 10 CD con la edición digital del boletín.
PAQUETE PRECINTADO.
Según declararon ambos ante el tribunal durante la primera jornada de desarrollo del juicio, los dos hacían recados para la Casa de la Juventud de su pueblo y pensaron que el paquete que recogieron en un local de San Sebastián contenía revistas juveniles. Coincidieron en asegurar en que el fardo que les fue entregado se encontraba precintado y no vieron su contenido hasta que fue abierto por los agentes de la Guardia Civil que les dieron el alto en el peaje de la autopista de Ermua.
Ambos denunciaron, además, que sus declaraciones en dependencias policiales en las que reconocían el transporte de los 'zutabes' se debieron a las torturas sufridas durante el periodo en el que permanecieron incomunicados.
El resto de acusados, detenidos en días posteriores a raíz de la confesión de Legarra y Zenigaonaindia, negaron relación alguna con la distribución de los boletines. Ibón Goitia destacó, por su parte, que se presentó voluntariamente en la Audiencia Nacional al saber, a través de la televisión, que estaban deteniendo a sus amigos.
El único acusado que no pertenecía al grupo de conocidos es Urtzi Etxebarría, camarero en una de las herriko tabernas donde se recogieron paquetes, que destacó que no conoce a ninguno de los procesados y dijo que desconocía el contenido de los fardos que recogieron.