MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió hoy a ERC y todas las fuerzas políticas catalanas que estén "a la altura de las circunstancias" respecto al estatut y que no piensen en la situación política actual y tampoco en la que pueda producirse en las próximas elecciones autonómicas catalanas". Zapatero, que consideró "imprescindible" el acuerdo de PSC y CiU en torno al nuevo estatut, respondía así a la una pregunta en el pleno de la Cámara Alta del senador de la Entesa, Carles Bonet, de ERC, que reprochó a Zapatero su acuerdo con Artur Mas.
Bonet recordó a Zapatero la "irrupción" de los 'barones' del PSOE y de la "derecha española y catalana" durante la campaña electoral anterior a los comicios que dieron lugar al tripartito. Admitió que ante "la bronca", la actitud del presidente siempre ha sido de apoyo al gobierno de la Generalitat pero le reprochó que en las últimas semanas "haya cambiado de actitud".
A continuación, el portavoz de la Entesa dijo que CiU ha redoblado su campaña de desprestigio a la Generalitat y a su presidente, Pasqual Maragall, "y no podemos tolerar que miembros de su Gobierno chuleen al presidente Generalitat". Bonet afirmó tajante que el problema "no es de la Generalitat", sino cómo "se pueden hacer campañas contra Catalunya que rayan la xenofobia y cuentan con corifeos en el Ejército, la justicia y el alto funcionariado". Denunció la "inhibición de muchos progresistas españoles" y reivindicó la gestión del tripartito y su presidente.
También advirtió que la derecha catalana, en alusión a CiU, no persigue la aprobación del estatuto o la estabilidad sino "volver al poder en Catalunya. No podemos entender que el Gobierno español también lo quisiera, aunque sea involuntariamente".
Tras esta intervención, el presidente insistió en la necesidad de reformar el estatut y exigió esfuerzo y consenso porque "ese estatuto debe tener vocación de perdurar en el tiempo. Para ello está concebido y la mejor prueba es que la reforma se produce 25 años después del estatuto del 79". "Una cosa --argumentó-- es la aprobación del estatuto, los acuerdos que eso comporta, en los que bajo mi punto de vista es absolutamente necesario que estén la inmensa mayoría de fuerzas políticas y, desde luego pensando en el Parlament de Catalunya, absolutamente imprescindible y conveniente desde todos los puntos de vista, que los dos grandes partidos PSC y CiU estén en esa acuerdo".
A partir de ahí, señaló que "Catalunya merece un nuevo Estatut, merece que todos los responsables políticos, que todas fuerzas políticas estén a la altura de las circunstancias, que pensemos con un horizonte de 20 ó 25 años, que no pensemos en la situación política de hoy ni en la que pueda producirse de cara a las elecciones siendo absolutamente legítimo. Haremos favor al estatuto, a Catalunya y al conjunto de España y la ciudadanía sabrá valorar ese esfuerzo global de compromiso".
El presidente añadió que, "más allá de lo que pueda ser la coyuntura política" el objetivo del Gobierno ha sido mejorar las relaciones con los ejecutivos autonómicos y citó las dos Conferencias de Presidentes ya celebradas, y sus encuentros con presidentes autonómicos, "que supera en el periodo de legislatura cualquier comparación con legislaturas completas anteriores". También mencionó la reducción de la conflictividad entre Gobierno y comunidades y el número de convenios suscritos.
RELACIÓN "FLUIDA Y POSITIVA"
Consideró que la relación con el Gobierno catalán ha sido "fluida y positiva" y que, más allá de su obligación como presidente de respeto y colaboración con todos los ejecutivos regionales existe "una relación especial con el gobierno catalán que me propongo mantener por encima de cualquier otra circunstancia".
Ante las críticas de Bonet a la actitud de "chuleo" de algunos 'barones' socialistas y miembros del Gobierno hacia Maragall, Zapatero replicó que no cree que "ningún miembro del Gobierno practique ese estilo", pero agregó que en todo caso "tenemos un país con libertad expresión y a veces hay declaraciones que pueden gustar más o menos, pero se deben situar en ese término y en ese contexto. Los representantes políticos somos bastante dados a hacer declaraciones y en muchas se producen situaciones incomodidad".
Por último, el jefe del Ejecutivo recordó los acuerdos con el tripartito sobre reivindicaciones históricas del Gobierno catalán, entre las que recordó el traslado de los papales del Archivo de Salamanca. "Este gobierno es, ha sido y será sensible en la relación política y deseo que el proyecto de nuevo estatuto facilite el encuentro, los consensos y abra un periodo muy positivo para Catalunya que se merece esa comunidad", concluyó.
