Zapatero ensalza la Constitución y dice que la Historia desmentirá a quienes claman el desmembramiento de España

Actualizado: viernes, 2 febrero 2007 1:02


MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió ayer por la noche la Constitución de 1978 "como la de todos". Zapatero ensalzó el valor de la Carta Magna, arremetió contra quienes "claman sobre el desmembramiento de España y el fin de la nación", augurando que la Historia les desmentirá.

En un extenso discurso en el acto de presentación del número 100 de la revista 'La Aventura de la Historia', Zapatero comenzó su intervención con una reflexión sobre los "sobrados ejemplos" que en los últimos tiempos hay, a su juicio, sobre el falseamiento de los hechos. A reglón seguido, sostuvo que España no ha sido un país tan anómalo, fracasado o excepcional en la Historia. Así, defendió que los españoles han resuelto la mayoría de las dificultades que les han acompañado a lo largo de la Historia y que ahora pueden responder a los nuevos problemas.

Para ello, señaló, será mejor si se abordan "desde el diálogo y el acuerdo, el consenso en las cuestiones fundamentales, el espíritu con el que iniciamos la construcción de la democracia, el contenido esencial de la Constitución del 78". Zapatero también citó la necesidad de reconocer "la legitimidad del lugar institucional en el que a cada uno han situado los ciudadanos".

El presidente defendió que la fortaleza de la Constitución residió y reside "tanto o más que en el acierto de sus contenidos, en la inmensa legitimidad derivada del soporte político y social con el que se elaboró y se aprobó, el ser el símbolo supremo del consenso". Zapatero señaló que en este periodo fecundo los distintos gobiernos "han hecho avanzar a España", citando también que durante los de José María Aznar se completó el ingreso en la unión económica y monetaria.

En ese punto, remarcó que como presidente de un Gobierno socialista se sentía orgulloso de formar parte "de una fuerza política que siente la Constitución como la de todos". Aseguró que le gustaría ver esta afirmación "más compartida en la práctica: para reconocer al otro sus aportaciones, para rechazar exclusiones instintivas, que todavía abundan, para rehuir subrayar las diferencias como recurso populista, para fidelizar clientelas monolíticas".

LA HISTORIA LO DESMENTIRÁ

Zapatero, que destacó que "lo que hace a una nación indivisible" es ser "un país democrático" y que España ha consolidado su democracia, defendió en ese punto el Estado de las Autonomías. El jefe del Ejecutivo aseguró "que no hay crisis de ciudadanía" y destacó el alto grado de satisfacción de los ciudadanos españoles.

"Pero algunos claman sobre el desmembramiento, el fin de la nación, el debilitamiento o desaparición del Estado --expuso--. Esto es presente anunciado sobre precedentes cuyo sentido profundo la Historia se ha encargado de desmentir y que desmentirá una vez más".

Así, Zapatero remarcó que Estado fuerte no es equivalente a "autoritario, asfixiante, centralizador y centralista". "No es equivalente a Estado que teme a sus ciudadanos, ni que discrimina entre sus partes, ni que desconfía de sus instituciones democráticas", dijo.

El jefe del Ejecutivo auguró que llegará el momento en que se aprecie la fortaleza democrática que acredita el Estado español y destacó que España tiene su marco en la Constitución de 1978 y que "no puede anquilosarse si quiere seguir progresando". "Porque una Constitución democrática es una norma abierta a la vida, al cambio, a las reformas, a la innovación, a la fijación de nuevas metas", añadió.

El presidente defendió las reformas estatutarias e indicó que en este ciclo "sólo existe un desacuerdo, Cataluña, cuyo Estatuto se convirtió en objeto preferente de la confrontación política". El presidente señaló que en el resto de Estatutos ha habido acuerdos y presumiblemente los habrá en los que están en tramitación parlamentaria o van a ser remitidos al Parlamento.

"El deseo de más autogobierno es, pues, la regla, y la renuncia, la excepción. El acuerdo es la regla y el desacuerdo la excepción y queda para la Historia la responsabilidad en ese desacierto", indicó.

50 POR CIENTO DE GASTO PÚBLICO

El presidente concluyó que del nuevo ciclo de autogobierno resultará una mejor integración del conjunto y, por tanto, una España "más fuerte e integrada". También destacó que, a su juicio, el Gobierno central debe retener el 50 por ciento del gasto público para cumplir las funciones de la Constitución, "poder proseguir con la modernización y garantizar los elementos de cohesión social que son necesarios".

Zapatero llamó a recordar que las Comunidades Autónomas son España y que cuando un presidente autonómico gestiona una competencia lo hace como parte de España.

'CATE' DE ZAPATERO

Previamente, el director de 'El mundo', Pedro J. Ramírez, realizó un incisivo discurso en el que comenzó refiriéndose a la ruptura del alto el fuego de ETA. Así, recordó que cuando se comenzó a publicar la revista, en 1998, el entonces presidente José María Aznar, en un foro similar al de hoy, expuso con motivo de la anterior tregua de ETA los principios de que "la paz no se puede comprar porque no tiene precio" o que su Gobierno pondría "lo mejor de su parte" para hacerla definitiva. Ramírez señaló que no creía que el presidente Zapatero tuviera inconveniente en suscribir palabra por palabra las declaraciones de Aznar.

En ese punto, se preguntó si Zapatero "tiene la misma concepción de la coherencia en lo que atañe a la defensa de la España constitucional". Así, se preguntó hacia "dónde nos dirigimos" y parafraseó el diagnóstico del catedrático Francisco Sosa, que fue profesor de Zapatero.

Según indicó Ramírez, Sosa sostiene que "a fuerza de olvidar lo que los une y ensimismarnos con la nación y la nación de naciones" se puede llegar "pasito a pasito" al Imperio austro-húngaro con sus monumentales y paralizantes líos.

Así, el director de 'El Mundo' recordó que Zapatero obtuvo un 'cum laude' con Sosa por uno de sus trabajos. No obstante, añadió que después de leer su reflexión se conformaría con que cuando salga de La Moncloa "la política territorial de su ex alumno merezca un aprobado raso". A su juicio, si Zapatero no aprovecha los exámenes de septiembre "corre el riesgo de que le den un cate en esta asignatura concreta".

Zapatero le respondió que Sosa, en su día, "le dio buena nota". "Pero hoy la nota la deben dar los ciudadanos", finalizó.