MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, envió hoy un telegrama al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, para transmitirle sus "más sentidas condolencias" por el accidente ferroviario ocurrido la pasada madrugada en la localidad de Viareggio, en el que perdieron la vida 16 personas.
Además, el jefe del Ejecutivo pide al premier italiano que, "en estos momentos de dolor", transmita también "la solidaridad y el afecto del pueblo y del Gobierno de España a las familias de las víctimas" y le expresa sus "mejores deseos para la rápida y completa recuperación de los heridos".
El accidente se produjo la pasada madrugada, cuando un tren cargado de gas licuado de petróleo (GLP) sufrió una explosión al pasar por la estación de Viareggio, en el norte de Italia. Según una primera reconstrucción de los hechos, el tren sufrió un fallo estructural y descarriló, provocando la fuga de gas que generó la explosión y acabó con la muerte de al menos 16 personas.
ENCUENTRO CON FINI
El presidente del Gobierno trasladó además personalmente estas condolencias al presidente del Parlamento italiano, Gianfranco Fini, con quien se reunió hoy en el Palacio de La Moncloa por espacio de más de una hora.
Con Fini, Zapatero ha hablado de la crisis económica actual, de las medidas que se han puesto en marcha tanto en España como en Italia para combatirla y de la necesidad de que la comunidad internacional siga trabajando de forma coordinada para hacer frente a esta situación, informaron a Europa Press fuentes gubernamentales.
Los dos consideraron asimismo que la misma coordinación que se precisa para hacer frente a la crisis económica debería trasladarse a nivel europeo para afrontar la inmigración ilegal, teniendo en cuenta particularmente a los países mediterráneos, que son los más afectados por este fenómeno, añadieron las mismas fuentes.
Ambos mandatarios abordaron también las prioridades de la Presidencia española de la UE en el primer semestre del 2010, de la esperada entrada en vigor del Tratado de Lisboa y de las recientes elecciones europeas.
Por último, Zapatero se interesó por el estado de la ciudad italiana de L'Aquila, afectada por el terremoto del XXX y donde se celebrará la cumbre del G8 a la que asistirá Zapatero a principios de julio.
