Hoy comienzan a funcionar las dos rampas mecánicas que unen Iturrama y Azpilagaña salvando un desnivel de 7,20 metros

PAMPLONA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Corporación del Ayuntamiento de Pamplona, encabezada por la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, y las asociaciones de vecinos de Iturrama y Azpilagaña han estrenado esta mañana las primeras rampas mecánicas de la ciudad, dos elementos que conectan las calles Río Ega y Abejeras, a través de la calle Buenaventura Iñiguez, salvando en un minuto un desnivel de 7,2 metros y facilitando la movilidad en la ciudad.

Estas rampas impulsadas por el Ayuntamiento de Pamplona han sido financiadas íntegramente por el Fondo Estatal de Inversión Local. En las obras, que comenzarán el 27 de abril, se ha invertido un total de 665.971 euros.

Estos elementos pretenden contribuir a una mayor y mejor movilidad en la ciudad, eliminando barreras para hacer la vida más fácil al vecindario, especialmente a aquellas personas con movilidad reducida. Además, las nuevas rampas se suman a las distintas intervenciones en los barrios, como los ascensores que unen Rochapea y Casco Antiguo o los que conectan Milagrosa, Iturrama y Segundo Ensache, que van facilitando la configuración de ejes peatonales por toda la ciudad, un objetivo que viene marcado por el Pacto de Movilidad Sostenible.

Las dos rampas mecánicas paralelas, una de subida y otras de bajada, salvan el histórico desnivel entre barrios haciendo un recorrido horizontal de 34 metros, en los dos sentidos.

Aunque, en principio está previsto el funcionamiento de una rampa en sentido ascendente y otra en descendente, ambas serán reversibles, de forma que podrá alterarse su funcionamiento. Entre ambas rampas, de un metro de ancho cada una, una escalera permite el desplazamiento de forma tradicional.

La pavimentación en la nueva escalera se ha realizado en los descansillos con losa de calatorao y los peldaños en calatorao macizo; las rampas laterales se han pavimentado con adoquín de calatorao en acabado natural. El espacio se ha dotado con nueva iluminación y mobiliario urbano de características similares al empleado en otras zonas de la ciudad.

Entre la rampa paralela a la fachada lateral del edificio de viviendas de la calle Buenaventura Iñiguez y el propio edificio ha quedado un espacio libre adoquinado de 1,75 metros. La segunda rampa es paralela a la anterior de la que dista 3,90 metros. Junto a la segunda rampa se han plantado árboles de sombra, algo que se dejará notar especialmente en verano, ya que las rampas no son cubiertas. El proyecto de las rampas ha sido redactado por técnicas del área de Proyectos Estratégicos, la arquitecta Soledad Castiella y la arquitecta técnica Raquel Pérez.

SISTEMA DE ACTIVACIÓN AUTOMÁTICA

Las rampas pasarán a depender del Área de Conservación Urbana, que se encarga de todo el mobiliario municipal. Las nuevas rampas tienen dos posibles velocidades de funcionamiento y estarán activas los 365 días del año. En principio, salvo que se demuestren otras necesidades, está previsto que se paren por la noche.

La potencia del motor de cada rampa es de 15 CV y la velocidad a la que se mueve el usuario es de 0,5 metros por segundo. Esta maquinaria, para ser respetuosa con el uso sostenible de la energía, tiene un detector de presencia en el inicio de la rampa (la zona llamada 'de embarque'). Eso hace que los mecanismos se activen o se paren automáticamente y por tanto ahorren electricidad.

En los últimos años se han hecho distintas actuaciones para implantar este tipo de sistemas mecánicos en favor de la movilidad, bien rampas, bien escaleras, en localidades cercanas como Bilbao, Portugalete, Vitoria u Hondarribia. La actuación pionera en España fue, en el año 2000, el acceso mecánico al Casco Histórico de Toledo.