PAMPLONA 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El salario bruto medio anual por persona trabajadora en Navarra fue de 28.459,37 euros en el año 2021, lo que supone un 1,7% más que al año anterior, según la Encuesta Anual de Estructura Salarial en Navarra, elaborada por el Instituto de Estadística de Navarra (Nastat). El salario medio en España se situó en 25.896,82 euros.
El salario mediano en Navarra (valor que divide a la población en dos grupos iguales, una parte con los salarios inferiores a la mediana y otra con los salarios por encima de dicho valor) se situó en 25.859,88 euros, un 9,1% inferior al salario medio, y el salario más frecuente o modal fue de 24.018,83 euros.
La diferencia entre el salario medio y el mediano se explica porque una característica de las funciones de distribución salarial es que figuran muchas más personas trabajadoras en los valores bajos que en los sueldos más elevados.
La distribución salarial en Navarra es más uniforme que la de España, donde el salario mediano es un 16,4% inferior al salario medio anual, reflejando una menor desigualdad, según ha señalado el Nastat.
El número de mujeres que ganaron menos de 22.500 euros fue mayor que el número de hombres. A partir de esta cifra, el número de mujeres que percibió cada nivel salarial siempre fue inferior al de hombres con ese mismo salario.
En el año 2021 los salarios brutos más elevados entre las Comunidades Autónomas correspondieron a País Vasco, un 20% más que el salario bruto medio de España; Comunidad de Madrid (14%) y Comunidad foral de Navarra, que se situó en tercera posición con un 9,9% por encima de la media nacional. Estas tres comunidades junto con Cataluña presentaron una ganancia media anual superior a la media nacional.
Extremadura, Cantabria y Canarias presentaron los mayores aumentos, mientras que Baleares y Región de Murcia registraron los menores incrementos.
Por sexo, el salario medio de las mujeres fue inferior al de los hombres en todas las comunidades, aunque la diferencia varía de unas a otras.
La distinta estructura del empleo en cada una de ellas es el factor fundamental que explica esta variabilidad, en particular en Navarra se debe a una mayor concentración femenina en el sector servicios y a que ellas acumulan también en mayor medida contratos de duración determinada.
El salario promedio anual femenino en Navarra, con 24.809,14 euros, fue el 78,4% del masculino (31.643,22 euros), porcentaje inferior al observado en España (81,6%).
La diferencia salarial entre hombres y mujeres disminuye al comparar la ganancia-hora. Mientras que el salario promedio anual femenino fue, el 78,4% del masculino, la brecha se redujo al considerar la ganancia por hora y el ratio fue del 88,3%. Esto se debe a que las mujeres trabajan, de media, menos horas que los hombres.
La desigualdad de la distribución salarial entre sexos es apreciable. El 19,8% de las mujeres tenían ingresos salariales menores o iguales que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI, en el año 2021 se situó en 13.370,00 euros anuales), frente al 7,4% de los hombres.
Si se tienen en cuenta los salarios más elevados, el 4% de los hombres presentaron unos salarios cinco veces superiores al SMI, frente al 1,5% de las mujeres.
Según ha explicado el Nastat, otros dos indicadores completan la descripción de la desigualdad de la distribución salarial por sexo: la proporción de personas trabajadoras con ganancia baja (personas asalariadas cuya ganancia por hora está por debajo de los 2/3 de la ganancia mediana) fue del 15,9% y, de estas personas trabajadoras, el 62,2% eran mujeres.
Son muchos los factores que influyen sobre las diferencias salariales entre hombres y mujeres: el tipo de contrato, el tipo de jornada y las diferentes ocupaciones, entre otros.
Así, hay más mujeres con jornada a tiempo parcial (del 21,6% de las personas trabajadoras que tienen esta jornada, 6,4% son hombres y 15,2% mujeres), además hay menos mujeres trabajando en el sector con mayor remuneración (el 26,5% de las personas trabajadoras en la industria son mujeres).
La encuesta refleja diferencias sustanciales en la retribución según los sectores económicos. La industria fue el sector con mayor salario medio, un 10,4% superior a la media; en la construcción el salario medio anual fue un 1,9% superior a la media, mientras que el sector servicios (que agrupa a un conjunto de actividades más heterogéneo) registró el menor salario anual, un 5,3% inferior a la media.
Existe una relación positiva entre la edad de las personas trabajadoras y el nivel salarial, indicando que las personas trabajadoras con mayor edad perciben remuneraciones más elevadas, exceptuando el último tramo de edad considerado (más de 54 años), aunque se debe tener en cuenta que en las edades inferiores (menores de 25 años) la muestra de la encuesta es reducida por lo que la representatividad de los resultados es menor.
Las personas menores de 25 años y las que se encuentran en el tramo entre 25 y 34 años tuvieron un salario medio inferior a la media en un 51,4% y 16,6% respectivamente, mientras que las que se encontraban en el tramo entre 35 y 44 años, los del tramo entre 45 y 54 años y las mayores de 54 años tuvieron un salario medio superior en un 0,6%, 9,1% y 6,2%, respectivamente, al salario bruto medio anual.
En cuanto a la variación salarial respecto al año anterior, se produjo un ascenso para todos los grupos de edad, destacando el registrado para las personas de 55 y más años.
Cabe destacar que las diferencias salariales por sexo fueron en general mayores con el aumento de la edad de las personas trabajadoras. Esto se explica por la mejor cualificación (ocupación, estudios...) de las mujeres más jóvenes respecto a las de mayor edad.
En cuanto al salario por modalidades de contrato, en la encuesta se han considerado dos tipos de contrato, los de duración indefinida y los de duración determinada.
Para poder establecer comparaciones entre personas trabajadoras con contrato de duración indefinida y duración determinada se ha ajustado el salario de las personas trabajadoras que no permanecieron todo el año en el centro de trabajo y se les ha asignado un salario anual equivalente al que hubieran recibido de haber estado trabajando todo el año en las mismas condiciones.
Las personas trabajadoras con un contrato de duración determinada percibieron un salario medio anual inferior en un 21% al salario medio, mientras que para las personas contratadas indefinidamente fue un 5,3% superior a dicho salario. Por sexo, se observa que esta diferencia fue mayor en hombres (30,1% y 5,9%, respectivamente) que en mujeres (8,1% y 2,6%, respectivamente).
En cuanto a la variación de ganancia anual respecto al año anterior, el salario aumentó en los contratos de duración indefinida, un 1,3%, y en los de duración determinada un 1,8%.
Por sexo, los hombres con contrato de duración indefinida tuvieron un salario similar al del año anterior, y el de las mujeres registró un incremento del 4,1% respecto al año anterior. En los contratos de duración determinada se produjo un incremento de la ganancia anual de los hombres del 4,2%, y para las mujeres se registró un descenso del 0,2%. Destaca que las mujeres con contratos de duración determinada tuvieron una ganancia superior a la de los hombres.