PAMPLONA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Pamplona rodeará el monumento al encierro con un seto de boj hasta la misma altura de la peana para impedir que los ciudadanos y visitatnes se puedan subir a él.
El concejal delegado de Proyectos y Conservación Urbana, Javier López, y el director de Proyectos, José Ignacio Alfonso, han presentado el anteproyecto en rueda de prensa tras darlo a conocer a la Junta de Gobierno Local. Está previsto que la actuación comience antes de que finalice el año.
Esta idea permite observar la escultura tal y como fue ideada, impedir el acceso a la misma de ciudadanos y visitantes y ofrecer una solución integrada en el entorno sin desvirtuar la imagen de la escultura. El presupuesto para acometer esta actuación se sitúa en torno a los 30.000 euros.
El seto tendrá una anchura de 1,05 metros en todo su perímetro y se elevará hasta los 93 centímetros de altura de la peana. Para su instalación se colocará una jardinera de acero inoxidable, que contará con una plantación tupida de seto tipo boj (buxus sempervirens).
En la parte frontal de la base de esa jardinera se colocará la leyenda 'Encierro' que actualmente se encuentra en el centro de la peana, y en los laterales de la estructura se incluirán los escudos del Ayuntamiento de Pamplona y el logotipo de Caja Navarra, que financió la obra.
REPARACIÓN DE LAS PATAS DAÑADAS
En octubre de este año la Policía Municipal valló el monumento para evitar posibles daños tras percatarse de que las figuras de dos astados, el toro con la cabeza caída y el cabestro ubicado a su izquierda, presentaban grietas en alguna de sus patas.
Entre las causas de estas roturas están, por una parte, las elevadas cargas que puntualmente sufre la escultura por las personas que a ella se suben, como por el diseño, ya que los dos toros y el cabestro unidos por el lomo apoyan solamente tres patas, dos de las cuales están dañadas, según explica el Ayuntamiento.
Para reparar estos desperfectos, se soldarán las zonas fisuradas y se aplicará una veladura de bronce para igualar el tono con el original. El presupuesto de estas reparaciones asciende a 720 euros. Si las condiciones climatológicas lo permiten, los trabajos de reparación comenzarán mañana mismo.
No es la primera vez que las figuras deben ser reparadas. En septiembre de 2009 el monumento sufrió los efectos del vandalismo con la rotura del rabo de uno de los toros que aparecen en el conjunto escultórico, pieza que le fue recolocada días después.
ESCULTURA DE MÁS DE DIEZ TONELADAS
El monumento al encierro es obra del escultor vasco Rafael Huerta y se colocó en la avenida de Roncesvalles en febrero de 2008. Antes, frente a su ubicación actual, existía un conjunto de tres figuras, un toro y dos mozos, realizadas por el propio Huerta, que se integraron en el conjunto escultórico definitivo. El monumento tiene unas dimensiones de 11 metros de largo por 4 de ancho y se apoya en una base, algo más estrecha, de 9,33 x 3,69 metros, por lo que varios de sus elementos sobresalen de ella.
El conjunto escultórico consta de seis toros, tres cabestros y diez mozos realizados en bronce, con un peso total de más de diez toneladas. Cada uno de los nueve astados tiene unas dimensiones aproximadas de 2,4 metros desde la cabeza hasta las patas traseras, aunque esas proporciones alcanzan los tres metros si se les mide desde la cornamenta. Como si se tratara de toros de verdad, su peso ronda los 550 kilos y el espesor medio de bronce es de 9 milímetros.
Los mozos, de unos dos metros de altura, pesan alrededor de 250 kilos y tienen un espesor medio de bronce de unos 6 milímetros. La base sobre la que se apoya el monumento, que se eleva 93 centímetros, está formada por un muro de hormigón armado relleno de bovedillas de hormigón. Mozos y toros representan la carrera del encierro sobre unos adoquines que simulan el pavimento de la calle Estafeta y que se ejecutaron 'in situ' una vez que se colocó la escultura.