Escaño Cero.- La mejor solución

Me parece un acierto la decisión del gobierno turco de convocar elecciones generales. La crisis que vive el país solo puede encontrar solución en las urnas, donde los ciudadanos decidirán si quieren que continúe gobernándoles un partido islámico o por el contrario prefieren preservar la laicidad del Estado.

Turquía se juega su futuro y en ese futuro también están las relaciones con la Unión Europea. Nadie puede negar al gobierno de Erdogan que ha sabido llevar prosperidad al país, pero al mismo tiempo tampoco se puede negar otra realidad, y es que el islamismo está cada vez más presente no solo en la vida pública, sino en las calles de las ciudades turcas.

La pregunta que muchos europeos se hacen es si es posible el islamismo moderado con la democracia tal y como la conocemos en Europa, y la respuesta debería de ser que sí, mientras los gobernantes sepan mantener la frontera entre religión y Estado. Precisamente eso es lo que teme una parte de la población: que la frontera empiece a difuminarse. Lo que suceda en Turquía es un reto para Europa, para la Unión, en que muchos países desconfian de tener entre sus socios a un país islámico por moderado que sea. Pero Turquía viene dando pasos importantes para entrar en la Unión, y esos pasos también los ha dado con el gobierno Erdogan.

Ahora le toca el turno a los ciudadanos de decir que quieren y cómo quieren que los gobierne, por lo pronto el Tribunal Constitucional turco ha frenado la posibilidad de que que Abdulá Gül, que hasta el momento ha venido desempeñando la cartera de exteriores, se convierta en presidente del país.

Gül tendrá que esperar al veredicto directo de sus compatriotas. Habrá que esperar que, sea cual sea el resultado de las urnas, todos lo acepten, los que ganen y los que pierdan ,y no se desencadene una nueva crisis que frene las expectativas y el futuro de modernización de Turquía.

Julia Navarro.