Actualizado 19/12/2007 01:00

Agustín Jiménez.- Balinesa.

MADRID 19 Dic. (OTR/PRESS) - A un rincón del planeta célebre por sus danzas y sus marionetas, han acudido docenas de ministros y menestriles a trabar conversacion. Cuando no se sabe de que hablar, se habla del tiempo, y eso han hecho para calentar el ambiente. Gente seria ha predicho catástrofes sin fin en las costas, en la montaña, en los cultivos, en los transportes. El clima es el nuevo monstruo, y por eso la nueva religión universal -observa un periódico noruego- es el "climatismo". Su profeta naturalmente es Al Gore, a quien le acaban de dar el premio Nobel y la licencia de contaminar lo que quiera, por el bien de la causa, expulsando guarrerías a la atmósfera con su avión privado. Pais de la libertad, Estados Unidos no admite que le digan cuántas guarrerías puede largar al aire. Los chinos y los indios opinan que tienen derecho a recuperar el tiempo perdido y, ahora que son potencia mundial, contaminar tanto como los mas civilizados. Otras naciones, sin embargo, acompanan a Al Gore en su sentimiento. Se toman el problema muy en serio y anuncian que dispondrán algo en cuanto sea posible. Cuando uno tiene cáncer o es atacado por los marcianos, inicia medidas sin demora. Se ve que la política es diferente. Si el enfermo se muere, tal vez es que eso es lo mas prudente. Bali es uno de esos foros que se convierten -como diría Sloterdijk- en festivales de suicidas. Las ONG estan encantadas. Se ha creado conciencia. Ya se han lanzado diversos planecillos. En Noruega tienen un truco para capturar el CO2 ilegal (aunque acaban de descubrir que luego se escapa). Noruega -que estos dias ha sufrido otro vertido de petróleo - ha comprometido bastantes millones para limpiar los bosques, los suyos y los ajenos. Pues otros paises pobres que viven del chantaje solo acceden a mantener sus arboles si los ricos les pagan por ello. Al Gore elogió a Noruega por su disposición ética con gran desazón de los ecologistas locales, que insisten en que sus conciudadanos superan cualquier "per capita" en derroche de energía. El metro de Oslo está empapelado con carteles que proclaman que "Tu y Al Gore teneis una cosa en comun". Qué tendremos en comun con Al Gore?

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