MADRID 8 Sep. (OTR/PRESS) -
No sé si esto es bueno o malo -y ese es el problema- pero en el informativo de ayer de Antena 3, creo que no hubo ni una sola noticia política en el sentido estricto: sucesos, deportes, estrenos de cine pero ni Gobierno ni oposición se asomaron a la pantalla de la cadena.
Difícil comprar con los informativos de las otras televisiones, pero, más o menos, todas deberían andar por el estilo. Tras la primera sorpresa, intento hacer una análisis superficial de esta situación y de entrada me asaltan dos posibles realidades: los sucesos y los deportes "venden" mucho más que la política y si la política no "vende" es por dos motivos: porque en el país no pasa nada o porque los políticos aburren.
El ejemplo que pongo de Antena 3 no se trata, lógicamente, de unhecho aislado; cada vez más los informativos de todas las cadenas se detienen en los sucesos y amplían los minutos de deportes. Salvo en días estelares, que suelen coincidir con broncas entre ZP-Rajoy, la política parece que no interesa a nadie o, al menos, que cada vez interesa menos y a menos gente. Uno no pretende que en la barra de los bares o en la cola del DNI, se hable mas de las dudas de Solbes que de si Raul debe o no estar en la selección, pero que los informativos naden entre "El Caso" y "Marca" incluso con alguna incursión mas o menos elegante en el "Hola", empieza a ser preocupante. Y no será por falta de vocación, que Pepiño Blanco se empeña un día si y otro también en dar titulares al personal; sólo titulares, es verdad, porque detrás siempre es más de lo mismo: nada; pero menos da Acebes y ahí está.
Algo falla. Cuando la transición, la información del Congreso ocupaba cuatro páginas en los periódicos; hoy en los medios interesan más las tertulias y las columnas que las noticias. ¿Hemos perdido criterio los españoles? ¿No hemos cansado de oír una y otra vez las mismas frases hechas, los mismos tópicos?. La política se ha convertido en un bodrio, en algo que aburre porque nuestros políticos son aburridos y se apasionan por cosas que al común de los ciudadanos nos importan un bledo.
Cuando discutían apasionadamente si Cataluña era o nación o no, yo miraba las promesas económicas que a nadie parecían interesar. Pues ahí están y ahora parece que empiezan los problemas. Haría bien la oposición en sacar a la luz todo eso, en preguntar quien ha empezado a cobrar -si es que alguien lo ha hecho- de la tan cacareada Ley de Dependencia y que no espera si se confirman la más que probable recesión económica. Pero no, ellos siguen con la educación para la ciudadanía y haciendo listas con o sin Gallardón. Pues nada, ánimo.
Andrés Aberasturi.