MADRID 23 Jun. (OTR/PRESS) -
Une vez más la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros se podía haber escrito el día anterior. Y lo cosa el viernes estaba que ardía: segunda entrega de las revelaciones de "Gara" y el coche hallado en Huelva con cien kilos de dinamita que -según la propia policía- sin duda pertenece a ETA. Pero todo lo relacionado con ETA no debe ser contado al pueblo aunque, por el bien de todos, espero que si se discuta y analice en el Consejo del Ejecutivo.
Entre los mucho periódicos -algunos me gustan y otros no- que leo a primera hora de la mañana por Internet, está, naturalmente, "Gara" y si no lo tuviera en la lista o no lo leyera, sería un pésimo profesional. Lo leo habitualmente y me molestan muchísimo muchas de sus cosas, otras sé que son mentiras evidentes y otras me ayudan a entender el por qué -casi siempre un triste por qué- de algunas cosas. Ahora "Gara", como era mas que previsible, está sacando a la luz los contactos entre el Gobierno y ETA con todo lujo de detalles y hasta -por si había alguna duda y a modo de aviso- advirtiendo que una alta personalidad del país anfitrión de tales reuniones, estaba presente en las mismas; o dicho de otra forma: "tenemos testigos de que cuanto decimos es cierto". Lógicamente periódicos, emisoras de radio y cadenas de televisión se hacen eco de tales publicaciones y, lógicamente tamben, el partido en la oposición pide explicaciones al Gobierno. Porque una cosa es ser leal y otra tonto y aunque el PP no esté en su mejor momento y lo medios de comunicación todos a una -delirante visión del Gobierno magníficamente comentada por Esther Esteban- quieran cargarse a ZP, lo mínimo en una democracia es una cierta transparencia aunque sea para mentir/desmentir.
Pues no. Llega la vicepresidenta a la rueda de prensa ejerciendo de portavoz y suelta algo tan "inesperado" como esto: "No colaboraremos a hacer de altavoces de la banda terrorista". Es que no se trata de eso señora mía: "Gara" es el altavoz de ETA pero usted es la portavoz y vicepresidenta del Gobierno y ante un país que ha leído o ha escuchado lo publicado por "Gara", su obligación es explicarse y explicarnos. Y de la misma forma que muchos defendimos la licitud y hasta la obligación del presidente de intentar la desaparición de ETA mediante esos contactos, de lamisca forma, insisto, una vez rotas las negociaciones o como quieran llamarlas, defendemos la obligación del Gobierno de contar la verdad o su verdad sobre unos hechos sea quien sea quien los publique. Y el problema grave es que la vicepresidenta sabe mucho mejor que nosotros, que lo de "Gara" es verdad y precisamente porque es verdad, habría que matizar y dejar claro el punto de vista del Gobierno sobre esos encuentros. ¿Qué no lo quieren hacer? Pues que no lo hagan, pero luego que no acusen a los medios de sospechar o especular. Y para finalizar la perla de siempre: "No vamos a permitir que la agenda política la marque ETA". Mire usted, doña Maria Teresa, la agenda política la marca el día a día y en ese día a día también entra ETA. Usted puede decir frases solemnes como esta, pero contésteme sólo a un par de preguntas: ¿hubiera cambiado la agenda política si no hubiera habido una tregua de ETA? y si no hubiera habido un comunicado de ETA poniendo fin a la tregua ¿hubiera seguido en vigor la actual agenda política? Pues dejémonos de zarandajas y vayamos a los hechos. Si no quieren hablar, no hablen, pero díganlo sin más y no nos traten como a niños.
Andrés Aberasturi.