MADRID 6 Mar. (OTR/PRESS) -
Puede que la iniciativa del Comité Federal del PSOE de desmenuzar la política penitenciaria desde 1996, no les vaya a resultar del todo positiva y menos aun esa nota hecha pública sobre el acercamiento de presos ordenada por Aznar durante el secuestro de Ortega Lara. El ambiente no está para muchas disertaciones y ni aun teniendo razón -que no la tienen porque comparan magnitudes distintas- no se puede justificar una decisión equivocada con otra anterior más equivocada aun. Y esa parece la filosofía del PSOE que huye hacia delante mirando siempre hacia detrás.
¿Y por que resulta absurda la comparación con lo que hizo Aznar durante el secuestro de Ortega Lara? Pues hay dos razones, una más anecdótica y otra de mucho peso. La anecdótica es cuantitativa: ETA exigía para "liberar" a Ortega el reagrupamiento de todos los presos etarras en cárceles próximas al País Vasco; el Gobierno del PP reconoció haber acercado a 43 de estos presos de los centenares que había diseminados por el resto del España. El final, ya se conoce, fueron las Fuerzas de Seguridad las que lograron sacar de su cautiverios al funcionario de prisiones. Quiere esto decir que, efectivamente, Aznar movió una casilla la ficha del tablero, pero una sola, y no cedió a la demanda de ETA. Hasta ahí lo cuantitativo y anecdótico. Lo importante es la diferencia abismal de la situación: mientras que en el caso de Ortega Lara era un hombre inocente el que iba a morir por la fuerza bruta de las armas de ETA, ahora es un asesino múltiple el que se declara él mismo en huelga de hambre tras un juicio justo, una revisión de la segunda condena y un trato hospitalario -aún por explicar- que para si lo hubiera querido Ortega Lara. Comparar estas dos situaciones, una de dos: o nos creen tontos o los tontos son ellos.
Y encima quieren hacer Historia, revisar -otra vez- el pasado. Pues vamos: el ingeniero José María Ryan fue secuestrado por ETA en 1981. La exigencia entonces fue la demolición en un plazo de siete días de la central de Lemoniz y "si una vez concluido dicho plazo se ha hecho caso omiso a nuestras exigencias, ETA se considerará libre de todo compromiso y actuará en consecuencia". El 6 de febrero, tendido boca abajo, con una venda en los ojos y las manos atadas fue encontrado el cadáver de Ryan con un tiro en la nuca. El 5 de octubre de 1983 se secuestra al capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios para presionar en el denominado juicio de Berga y ETA exigían que TVE emitiera un comunicado antes de la celebración de la vista del juicio. Tras una primera negativa, TVE ofreció un extracto del mismo. Otros medios de comunicación, atendiendo a razones humanitarias, accedieron a la difusión de la nota. La tarde del martes 18 de octubre, en una zona boscosa próxima a Bilbao, Martín Barrios era asesinado de un tiro en la nuca.
La lista podía continuar e incluir los secuestros "económicos" muchos de los cuales terminaron en muerte. Con Miguel Angel Blanco se vivieron tal vez los días más angustiosos de la democracia. Su final, es de sobra conocido y aun llorado. Pero siempre hasta ahora era la vida de un inocente la que estaba en juego a cambio de algo: dinero, acciones, lecturas... Comparar esta situaciones con la decisión tomada en el caso De Juana, es, como he dicho, insultante.
Si el Gobierno ha decido lo que ha decidido, que al menos tenga el valor de asumir sin más su decisión sin empecinarse en compararla con otras anteriores porque es ahí donde comienzan las sospechas y, sobre todo, donde se quitan todas las razones. El tiempo dirá si han acertado o no con lo que se ha hecho con De Juana, pero mientras ese tiempo llega, no nos tomen por idiotas ni descalifiquen a los que legítimamente protesten contra esta decisión desde la prensa o desde la calle.
Andrés Aberasturi.