MADRID 3 Mar. (OTR/PRESS) -
La ciudadanía española está conmocionada. Y el Gobierno lo sabe. Por eso Zapatero se parapeta detrás de Rubalcaba hasta que pase la tormenta. Habrá otras nubes. La siguiente en descargar es la presentación de Batasuna a las municipales. Pero los terminales mediáticos, los periodistas con hilo directo a la Moncloa se mostraban ayer gratificados y hasta convencidos no solo de la bondad de lo sucedido sino de los grandes días que se anuncian para el futuro. El Proceso de Paz esta más que resucitado y Zapatero se lanza en tromba, aunque todavía con algo de disimulo por su senda. Por desgracia, parece que el pueblo llano está un tanto reticente y tarda en olvidarse de los centenares, casi mil, asesinatos y no acaba de creerse que lo de la T-4 y los dos ecuatorianos muertos sea tan solo un accidente, una contrariedad en el camino de la paz de la que ETA es la garante y Otegi el risueño, agradable, benéfico, servicial y encantador compañero de camino y recadero.
Resulta también mas que difícil justificar ante las gentes ciertas cosas. Una de ellas el muy humanitario gesto con De Juana ese que ya nos advirtió que "sus lloros son nuestras sonrisas y terminaremos a carcajada limpia". El chantaje y la cesión ante el mismo , lo reconoce, intentando justificarlo hasta el editorial de El País, con el revelador título de "El mal menor". "Según Acebes -dice- el Gobierno ha cedido a ese chantaje, humillando a las victimas de De Juana. Son palabras mayores. -apostilla, pero de inmediato, con tan sólo el punto de por medio continua- Muy posiblemente la medida no se habría adoptado sin el chantaje de muerte voluntaria. No hay porque disimular esa realidad". O sea, que sí que ha habido chantaje y que se ha cedido.
Si en territorio afín se intenta así aminorar el impacto y limitar los daños es porque esto ha supuesto un verdadero scok en la opinión publica, votantes socialistas incluidos. Y lo sigue siendo hoy, después de ese día triste, en que solo estuvieron alegres y a carcajada limpia los verdugos porque lo que aún hiere más en las entrañas y resulta mas esclarecedor sobre las mentes es el jolgorio de Batasuna, el recibimiento al "héroe", que deja en su sitio y en el barro las sucias intenciones de Rodríguez Ibarra escudadas tras de los insultos (ahora es cuando lo han convertido en un héroe, bocazas), y el trato de libertad total recibido en la habitación del hospital , para nada un módulo carcelario, y sí convertida en una romería iniciada por un exultante Otegi.
El régimen de visitas serán los médicos quienes lo decidan y cuando engorde y se vaya a casa me imagino que acabará por salir a dar un mitin de las elecciones municipales, a las que ya nadie duda el Gobierno ha decidido que Batasuna, convenientemente blanqueada, pueda participar sin trabas. Y se me ocurre la pregunta. Tan sólo de plazo, porque el hecho casi lo doy por descontado: ¿Cuándo veremos Ignacio de Juana Chaos, con 25 asesinatos a las espaldas como si fueran sus medallas en el pecho, de concejal de ayuntamiento o como diputado en Vitoria o ¿por qué no? en el mismísimo Congreso?. Que a nadie le extrañe, Josu Ternera llegó a ser miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco.
Mientras hay a quien se le llena la boca hablando de que todo esto ejemplariza la grandeza del Estado de Derecho. Pues sin ser ni juez, ni jurista, ni letrado me parece que es una verdadera aberración, una ignominia y una burla contra los mas elementales principios de justicia y de sentido común. Esto es una rendición, una cobardía y una vergüenza para un pueblo que supo plantarle cara con coraje, y confiando en la justicia y en la democracia, al terrorismo. No merece que un Gobierno arrastre su dignidad como ofrenda ante el altar de una organización asesina.
Antonio Pérez Henares.