Actualizado 05/05/2007 02:00

Antonio Casado.- El Supremo tiene la palabra

MADRID 5 May. (OTR/PRESS) -

Este sábado la sala especial del Tribunal Supremo ratificará o rectificará las candidaturas impugnadas por el Gobierno -Fiscalía y Abogacía del Estado-, como supuestas tapaderas de la ilegal Batasuna. Como habrá recursos de amparo, a la vuelta de una semana (el plazo acaba el sábado 12), el Tribunal Constitucional ratificará o rectificará las candidaturas anuladas previamente por el Supremo a instancias del Gobierno.

Entonces conoceremos la relación entre candidaturas impugnadas por el Gobierno y candidaturas aceptadas por los altos tribunales. Lo más probable es que el Supremo y el Constitucional den luz verde a un cierto número de listas impugnadas por el Gobierno, como ocurrió en 2003. Eso contribuiría a desinflar ese discurso de vuelo corto que atribuye al Gobierno la intención de abrir el camino de las urnas a los amigos de ETA.

Ya en las anteriores elecciones municipales el Supremo rectificó al Gobierno en ocho listas y luego el Constitucional rectificó al Supremo en otras ocho. Por "falta de pruebas" o por "dudas razonables". En consecuencia, 16 de las 249 listas impugnadas por el Gobierno Aznar, por supuesta contaminación de un partido ilegalizado, pasaron el filtro de los tribunales y sus componentes se han sentado en otros tantos ayuntamientos vascos y navarros durante estos últimos cuatro años.

Sirvan estos precedentes como prueba de que no es el Gobierno sino la legalidad lo que abre o cierra puertas. O las deja entreabiertas y luego se cuelan por ahí los amigos de ETA para presentarse a las elecciones del 27 de mayo. Incluso, ante las narices del mismísimo Tribunal Supremo. Lo digo por las dificultades legales que, al parecer, está encontrando el alto tribunal para anular las 122 listas de ANV impugnadas por la Abogacía del Estado, y las 110 impugnadas por la Fiscalía, por el hecho de tratarse de un partido legal que condena la violencia y se ajusta totalmente a la Ley de Partidos Políticos.

Está tan viciado el debate sobre la supuesta falta de voluntad política de Moncloa para impedir la presencia electoral de Batasuna el 27 de mayo que, si finalmente el Supremo da luz verde a las candidaturas de ANV impugnadas a instancias del Gobierno, no faltarán necios dispuestos a sugerir que el alto tribunal trabaja a las órdenes de Moncloa o, simplemente, que tampoco el Tribunal Supremo tiene voluntad de pararle los pies a los amigos de ETA.

Todo lo cual no impide que estén políticamente medidas las impugnaciones promovidas por el Gobierno. En otras palabras, para el Gobierno es perfectamente compatible impugnar las listas contaminadas, bajo un criterio de estricta legalidad, y procurar al tiempo que, en evitación de males mayores, no se cierre totalmente la posibilidad de que los ciudadanos vascos y navarros, a través de los "elegibles" no eliminados de la competición electoral, tengan ocasión de pronunciarse en las urnas sobre una opción política desacreditada por su resistencia a emanciparse de la banda terrorista ETA.

Antonio Casado

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