Actualizado 14/09/2007 02:00

Antonio Jiménez.- Solbes ninguneado

MADRID 14 Sep. (OTR/PRESS) -

La actitud de Zapatero respecto a la situación económica me recuerda a la de esos periodistas que no dejan que la realidad les estropee un buen titular. Si el presidente del Gobierno dice que la economía española juega la "Champions Ligue", es la menos goleada y la que más goles marca, Solbes , un subordinado al fin y al cabo, no puede enmendarle la plana al jefe y arruinarle el mensaje. El espectáculo de improvisación y ocurrencias que ofrece el Gobierno a menos de seis meses de las elecciones demuestra el calado populista y electoralista rayano en la frivolidad de las propuestas y declaraciones que hacen el presidente y algunos de sus ministros.

El vicepresidente Solbes se ha convertido en el "Pepito Grillo" del Gobierno cuyo presidente ha apostado decididamente por el "comando del gasto" en la creencia de que una estrategia política basada en medidas sociales será un eficaz revulsivo para recabar apoyos en las urnas de marzo.

Parece razonable pensar que Zapatero no contaba con que su vicepresidente económico le iba a echar agua al vino de la fiesta que pretende prolongar hasta un segundo antes del cierre de los colegios electorales e inmediatamente después, en caso de ganar los comicios, apelar a la comprensión y sacrificios ciudadanos ante una situación económica que se proyecta como bien dice el molesto vicepresidente segundo con incertidumbre e indefinición.

Por ello resulta de una irresponsabilidad alarmante que en el PSOE y en el Gobierno, en lugar de valorar la prudencia y sentido común de Solbes al desautorizar propuestas ayunas de una memoria que evalúe su impacto en la economía , se exprese "sorpresa" por su contumacia en cuestionarlas a pesar de contar con el apoyo del presidente; como si el apoyo o aval de Zapatero a esas iniciativas garantizaran su viabilidad sin merma alguna para las arcas del Estado.

En este pulso ya se sabe quien está condenado a perderlo. La ortodoxia del vicepresidente segundo terminará sucumbiendo ante el oportunismo electoralista. Hay sobradas muestras de que a Solbes se le está ninguneando y antes de rendir viaje en marzo y decir adiós a la política debería plantearse dar un portazo para no dejarse mas jirones de dignidad en el empeño.

Antonio Jiménez

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