MADRID 1 Nov. (OTR/PRESS) -
Hay un mundo más proceloso que la política: el del futbol. En muchos años de profesión apenas si había rozado sus meandros, excepto por algunos daños colaterales de aquellos tiempos del "gilismo", pero mira por donde me he encontrado de hoz y coz en medio de una de sus tanganas. En realidad uno iba por el lado económico y ahí se ha querido quedar pero está resultando casi imposible y, por lo visto, ya formo parte de una conjura de no se muy bien quienes pero que se supone hemos montado contra el presidente del Real Madrid, el señor Calderón. Por mi lado todo vino por un perplejo artículo, basado en documentos de la Agencia Tributaria, en lo que este relevante señor aparecía como un pobre de solemnidad pues en las casillas correspondientes no figuraba ingreso alguno por actividad profesional ni laboral.
A tenor de esos documentos fiscales podría afirmarse que don Ramón Calderón, contra toda evidencia, era todo un pobre. Pero tanto en los datos referidos a los años 2004 y 2005, previos a su ascenso tras aquellas polémicas y judicializadas elecciones a la presidencia madridista, como en los del 2006 y 2007 y al frente de la misma, don Ramón Calderón carece de ingresos. Cero actividad. Cero ingresos. Cero impuestos, por tanto. Todos los dígitos indican en estos apartados el cero absoluto. Pero absoluto. Nada. Don José Ramón Calderón Ramos según la Agencia Tributaria no ha hecho nada, ni ha cobrado por nada ni ha tributado por nada. Los sucesivos epígrafes sobre actividad señalan el doble cero de manera continua y a lo largo de los cuatro años. "Sin aplicación en base". "Falta de Datos". "No presentado". "Sin gravar".
Sí aparece, sin embargo en los datos de la Agencia Tributaria algún elemento añadido. El más substancial viene dado por las actividades económicas bajo el epígrafe de "Otras ganancias y pérdidas patrimoniales" pero ellos más bien se suponen derivados de las operaciones de su cónyuge pues como tal aparecen tales incrementos, que son exiguos, la verdad. En el año 2004, alcanzan los 1.101,33 euros, en movimientos de compraventa sobre 23.810,12 euros y 24.911,45 euros. O sea, un pobre mileurista, pero anual.
No mucho más es el beneficio de los años 2005 (1.678,24) o de 2006 (1.800,33) o de 2007 (2.450,05). No parecen dar, pues, tales bienes gananciales y a la mitad con el cónyuge para muchos excesos. Aunque si para lujosas viviendas, porque de esos mismos documentos de la Agencia Tributaria se desprende la propiedad, al 50 por 100 con su esposa, del chalet en el Paseo de Conde los Gaitanes, en la exclusiva urbanización de la Moraleja. La valoración catastral, siempre inferior en mucho a la real, es de 1.061.057,07 euros. También aparece un piso en la calle Castelló de Madrid, ese al 100 por 100 de su propiedad, comprado en mayo, cuya tasación catastral es de 169.944,69 euros pero cuyo valor calculado es de 810.000 euros.
Hasta ahí es donde se. Otros medios han entrado a otros trapos sobre quien paga o como se pagan sus gastos más diversos. Contra ello arremetió, muy desencajado, el señor Calderón, en su comparecencia ante la prensa, pero de lo aquí reflejado no desmintió ni una palabra limitándose a exponer que era un "corta y pega", me imagino que refiriéndose a los documentos aportados. Afirmo, eso sí, que ha presentado declaraciones de Hacienda, sin querer hacerlas publicas. Y ante ello, y con los datos oficiales en la mano, es lógico que siga siendo perfectamente valida la pregunta, aquella de los viejos madriles "¿De donde saca 'pa' tanto como destaca?"
Antonio Pérez Henares