MADRID 2 Ago. (OTR/PRESS) -
Luis Suñé, el diputado catalán de Iniciativa por Cataluña-Los Verdes autor de la broma de señorito rico sobre los niños extremeños nos ha hecho el favor de decirnos lo que piensa. Lo que piensa el y en el fondo lo que subyace y a donde ha ido a parar una izquierda heredera del un partido como el PSUC, clave en la lucha por las libertades y donde la igualdad y la justicia entre todos los hombres eran principios incuestionables.
Suñé es el auténtico prototipo de lo que hoy se considera, se vende y se publicita como el sumun de lo progresista y es en verdad lo más reaccionario, retrogrado y antisocial y antisocialista que existe entre las ideologías. Es la izquierda invertida en sus esencias, en sus éticas esenciales, en sus fundamentos básicos. Es la izquierda genuflexa ante el nacionalismo cavernario que ha terminado por abducirla y convertirla al feudalismo. Federalismo dicen ellos.
El señor Suñé, como sus aliados de ERC y en buena y creciente medida los del PSC, nos consideran al resto de la humanidad hispana, una auténtica pila de "fachas", unos carcas inauditos, unos tipos paleolíticos porque no "comprendemos" la bondad de su nacionalismo que ellos suponen la quintaesencia del avance y del progreso. Se creen de la más pura izquierda, unos adelantados de una nueva ideología progresista. Y lo que en realidad son los primos hermanos de Bosi el de la Padania, el aliado de Berlusconi y de los filofascitas italianos.
Suñe ha descubierto un pensamiento compartido por sus adlateres ,camuflado y repulsivo. Para el no existen ciudadanos de un estado, iguales en derechos y deberes, para el existen territorios (¡toma ya izquierda!) ricos, ello y pobres. El es de los ricos, de Cataluña triunfante, y los otros unos aprovechados chupones. El es el señorito y los otros unos vagos que se quieren aprovechar de sus dineros. Decirle a el y a todos ellos, que en honrado principio de izquierdas y de sentido común, no son los territorios ni las comunidades quienes pagan los impuestos, son las personas y que lo justo es que los ricos pagen más que los pobres parece ya una tarea imposible. Es la izquierda invertida. Es la izquierda traicionada en sus principios y utilizada en su envoltorio.
Pretender, como pretenden estos nacionalistas catalanes, que dado que ellos son los que más pagan sean ellos los que más reciben es una aberración de tal calibre que produce vergüenza incluso rebatirla. Pretender como pretenden la conculcación de las libertades ciudadanas como el derecho a la lengua común e imponer su ideología nacionalista solo tiene un precedente inmediato: el fascismo. Eso si que es fascismo y ellos si que son los fachas.
Pero en esas estamos. Esta es la presunta izquierda catalana -Madrazo anda en las mismas en el Pais Vasco y en similares el BNG en Galicia- que pretende dar lecciones de progresismo. Ese nacionalismo que florece en la periferia, retrogrado y tribal, es al que con su chiste grosero le ha quitado las bragas de izquierdas el "señorito" Luis Suñen y nos ha enseñado sus vergüenzas. Sobran ahora sus excusas, ya sabemos lo que piensa.
Antonio Pérez Henares.