Carlos Carnicero.- Campaña, publicidad e iniciativas

MADRID 10 Feb. (OTR/PRESS) -

El PSOE lidera el marketing publicitario y el PP tiene la iniciativa. Esa podría ser la síntesis de la primera semana de verdadera campaña cuando ya sólo falta un mes para la cita electoral. Los estrategas de la campaña socialista tienen sustancia para vender teléfonos móviles: eslóganes inducidos hacia comportamientos modernos desde el supuesto que Zapatero es guay y Rajoy es retro. Para los sociólogos que trabajan para el PSOE, su líder es sobre todo una marca que hasta ya tiene su logotipo en la forma de la cejas que el lenguaje de los ciegos ha establecido como copyright. Todo muy "in" y sin sustancia, que es como corresponde a los tiempos que vivimos. Mariano Rajoy ha agarrado la agenda política y la marca recurriendo a fórmulas casposas pero eficaces. Ha arrancado con la inmigración y sus propuestas han calado, hasta el punto de que el PSOE sólo acierta a descalificarlas, pero sin dar una solución alternativa a lo que el PP ha situado como problema que preocupa a los españoles porque lo dicen las encuestas.

Serrat, Sabina y Cocha Velasco tienen tirón en el mismo universo progresista que está desmovilizado y sin duda ese apoyo es muy valioso. Pero no parece que haya nadie en el entorno del actual presidente que se haya dado cuenta todavía que el "Yes, we can" de Barack Obama es sólo la síntesis de un profundo mensaje de cambio que arrastra el entusiasmo por el contenido de los discursos que prometen renovar el país desde el abismo en donde lo ha dejado George W. Bush. Obama tiene discurso; la mercadotecnia de Zapatero todavía no tiene producto. Está inmerso en la movilización negativa sobre la amenaza de las sotanas mixturadas con Miguel Arias Cañete, que promete ser el sucedáneo de un Ángel Acebes camuflado en la campaña. Los sustos no entusiasman aunque tal vez movilicen.

El PSOE no está dando respuestas a las verdaderas preocupaciones de los ciudadanos olvidando el principio de la política que se basa en el desagradecimiento por las cosas conseguidas y el temor a poderlas perder por culpa del mismo que las proporcionó. Habrá que ver la cadencia que le da Mariano Rajoy a su inventario de problemas puestos encima de la mesa. Si el PSOE sólo responde con las cejas de Zapatero, la cosa se le puede poner bastante mal.

Carlos Carnicero