MADRID 13 Feb. (OTR/PRESS) -
Las rebajas necesitan clientes. Si no hay consumidores no hay ventas. Incluso el dinero se puede pedir prestado, pero si no hay alegría para derrochar no hay comercio. Ocurre que en estas elecciones hay muchas rebajas pero no aparecen los clientes, tal vez porque la mercancía no es la apropiada. Y la sociedad empieza a esta triste porque está preocupada. El PP está intentando irrumpir con agresividad, poniendo encima de la mesa los problemas que preocupan a los españoles y dándoles una respuesta populista y agresiva. El primer envite fue la inmigración; ahora toca el turno a la seguridad: eso obliga al PSOE a aparcar por un momento su marketing y replicar con rotundidad en donde le duele al PP: en la escasez de su crédito derivada de una legislatura en la que la oposición se ha circunscrito al terrorismo y a la reforma territorial, cuestiones que de momento no han hecho acto de presencia en la campaña.
El PSOE ha sustituido la política por el diseño. De la ZP a la Z y de esta a las cejas del presidente. Comunicación de teléfono móvil: si elige la opción PSOE podrá estar conectado toda la vida con el líder, independientemente de que este tenga algo que decirle. No se han diseñado mensajes sino formas. Lo "in" es Zapatero y lo "out" es Rajoy: algo digerible para una sociedad elemental instalada en la levedad de pensamiento. Alegría frente a pesimismo. No hay mensajes profundos ni propuestas complejas. La Unión Europea, ni se considera; la crisis de la OTAN no existe: nos irá bien porque somos alegres y confiamos en nuestro líder. Lo único que está por ver es si el ánimo de los españoles está para reírse sin motivo, sólo porque estar alegre es más joven y moderno que estar triste. No hay banderas porque se ha considerado que no hay que enarbolar ninguna ilusión porque la alegría forma parte de un estado de ánimo. Ocurre como en las conversaciones de los adolescentes, que pueden estar hablando horas y horas sin decirse nada. Y se lo pasan bien.
La comunicación, como instrumento, como metodología, ha sustituido al mensaje. Todavía no han empezado las conexiones televisivas de la hora punta del Telediario de la primera. Entonces se verá que los eslóganes no son profundos sino fulgurantes. La única ventaja de este marketing de teléfono móvil es que los consumidores se han acostumbrado a comprar un teléfono sobre todo porque no tienen nada que decirse. El problema puede surgir sin se empieza a pedir el libro de reclamaciones.
Carlos Carnicero.