Actualizado 07/11/2007 01:00

Carmen Tomás.- Más madera

MADRID 7 Nov. (OTR/PRESS) -

Es una desgracia que este Gobierno no quiera transmitirnos la realidad de lo que está ocurriendo en la economía española. No se trata de ponerse trágicos sino de ser realistas y contarle a la sociedad española que tenemos algunos problemas y que en la medida de lo posible el Gobierno va a hacer lo que esté en su mano para amortiguar los efectos. Seguir en la postura del avestruz. Seguir en la mentira masiva un dato tras otro no veo a qué conduce. Si hay algo que los españoles saben es de cuánto dinero disponen a fin de mes, de cuánto disponían y si le llegan o no le llegan para cubrir sus gastos.

Si sube la inflación, la culpa es de las petroleras que conciertan precios; si sube el paro, no es verdad si se coge no sé qué serie histórica que lo rebate. Los datos son uno tras otro malos y han puesto ya encima de la mesa el cambio de ciclo de la economía española basado en la construcción y el consumo, y además no hay relevo de la industria ni del sector exterior. El desempleo ha empezado a ser un problema, sobre todo entre los inmigrantes y los precios de los productos básicos de la cesta de la compra se han disparado.

Tampoco parece que la hipoteca, a pesar del parón de octubre, vaya a frenar su escalada. Entonces ya me dirán qué significa todo esto y qué está haciendo el Gobierno para paliarlo. Claro que si el mensaje es que da igual que la economía crezca al 4 por ciento que al 3 por ciento, apaga y vámonos. Es la frase de las últimas horas de un responsable del Ministerio de Economía que da idea de que el Gobierno sigue instalado en la mentira y en la inacción.

Carmen Tomás.

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