Carmen Tomás.- Desde el parqué.- Acusando desgracias

MADRID 16 Dic. (OTR/PRESS) -

La bolsa española comienza a acusar las incertidumbres que se ciernen sobre la economía mundial y especialmente sobre España. La semana ha acabado con pérdidas del IBEX en torno al 1,5 por ciento. Y no es para menos. La cooperación entre bancos centrales para intentar de forma coordinada superar la crisis de liquidez ha puesto sobre la mesa en toda su crudeza que la situación es crítica. De hecho, el euribor a tres meses ha rozado en los últimos días el 5 por ciento. El dinero es escaso y el que hay es muy caro. Además, ahí están las llamadas de atención del BCE sobre una más que posible subida de tipos de interés ante el grave riesgo que supone la inflación. Y eso a pesar de que las perspectivas son de una moderación en el crecimiento económico de toda la eurozona. En España, el dato de inflación de noviembre y las previsiones de que las cosas cambien poco por lo menos hasta la primavera, son para la preocupación, si además se va confirmando la ralentización y el aumento del paro. El Gobierno sigue a lo suyo. Este fin de semana tanto Solbes como Zapatero han continuado minimizando los problemas. Incluso en una nueva vuelta de tuerca, el vicepresidente le ha echado la culpa a los ciudadanos que no saben ni las propinas que dan en los bares cuando se toman un café, en lugar de preguntarse por qué ha subido tanto el café. En esa fiesta de las promesas que inició el presidente del Gobierno hace ya tiempo, esta vez le ha tocado el turno al empleo y a la construcción de viviendas, eso sí de VPO y la mitad para alquilar. Por supuesto, ha llamado de nuevo catastrofistas a los que alertan de que la situación es complicada y más que se va a poner como han dicho todos los organismos internacionales. Medidas ni una. Que comamos menos, que comemos mucho y gastamos más. Y sino, conejo para todos. Veremos cómo comienza la semana en los mercados que el jueves han visto el estreno de Iberdrola Renovables, y que no fue especialmente satisfactorio. Ese día la bolsa no estaba para estrenos. Es verdad que el viernes se tomó la revancha y subió casi un 7 por ciento. Realmente las incertidumbres son demasiadas y las cosas no están para demasiadas alegrías. En estos tiempos lo mejor es guardar la calma y ser prudentes.

Carmen Tomás