Cayetano González.- Rajoy versus Rajoy.

MADRID 3 Nov. (OTR/PRESS) -

El Presidente del PP, Mariano Rajoy, afronta este martes una reunión del Comité Ejecutivo de su partido sobre la que el mismo ha levantado excesivas expectativas al anunciar que hablará muy claro ya que -acogiéndose a la figura bíblica de santo Job- se le habría acabado la paciencia ante el bochornoso espectáculo que desde hace meses viene dando el principal partido de la oposición. Al menos, Rajoy habrá respirado tranquilo en estas últimas horas al haber logrado que Esperanza Aguirre dejara caer a su candidato a la Presidencia de Caja Madrid, Ignacio González, y que este anunciara su total apoyo a quien es el candidato oficial del partido, Rodrigo Rato. Y también habrá respirado con la designación de un nuevo secretario general en el PP de Valencia en sustitución de Ricardo Costa.

Pero se volvería a equivocar Rajoy -como se equivocó en el Congreso de Valencia del pasado año al asegurar que con ese conclave se habían acabado los follones internos- si pensara que todos los problemas que tiene el PP en estos momentos son consecuencia del enfrentamiento a cara de perro entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón. Eso es lo que han querido dar a entender algunos barones regionales del PP, como el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera o el presidente de la Comunidad de Murcia, Ramón Luis Valcárcel. Pero ese no es en absoluto el principal problema de los populares. Es mucho mas grave la imagen de falta de liderazgo y de autoridad que ha proyectado Rajoy en estos meses, ante la situación creada en Valencia a raíz del caso Gürtel, la resistencia de Ricardo Costa a dejar su puesto de secretario general o los "engaños" de Francisco Camps a la dirección nacional.

Si Rajoy busca en este Comité Ejecutivo una nueva aclamación de sus integrantes, seguramente la conseguirá, pero con eso no habrá resuelto ni mucho menos el problema que aqueja al PP: falta de proyecto, falta de rumbo, falta de liderazgo. Y eso empieza a pasar ya factura en las encuestas. Las publicadas este fin de semana tienen que haber resultado tremendas para el político gallego. Con la que está cayendo, el PP no se despega del PSOE y además hay un dato letal: el 68 por ciento del electorado del PP confiesa que Rajoy le inspira poca o ninguna confianza. Si ni los tuyos te quieren, ¿cómo vas a lograr que te quieran los demás?

Mucho tendrán que cambiar las cosas; mucho tendrá que cambiar Rajoy para darle la vuelta a la situación y ser percibido por la opinión pública tanto el como el PP, como una alternativa seria y solvente al actual Gobierno. Queda más de año y medio para las elecciones generales, tiempo mas que suficiente para que a nada que la situación de crisis económica remonte un poquito, Zapatero y la maquinaria electoral del PSOE se pongan a todo gas para recuperar el terreno perdido. Y en eso habrá que reconocer que los socialistas, desde los tiempos de Alfonso Guerra, siempre han sido mejores y más eficaces que los populares.