Actualizado 01/11/2007 01:00

Consuelo Sánchez-Vicente.- Consenso no se escribe con Z

MADRID 1 Nov. (OTR/PRESS) -

Gracias a una enmienda de CiU, la Ley de Memoria Histórica tampoco afectará ya a los símbolos "artístico-religiosos" del franquismo que figuren en las paredes de la Iglesias católicas. Era el mínimo que exigía la Conferencia Episcopal, no para ponerse a aplaudir si no al menos para que lo que vale para los ayuntamientos valiese también para los templos. Porque aunque la ley de Memoria lleva ya tantas modificaciones que cuesta saber que queda del original que envió el Gobierno al Congreso, una de las últimas fue conceder a los alcaldes lo que ahora se ha concedido a los párrocos, a saber, que en ninguno de los dos casos sea "obligatorio" quitar, ocultar o borrar los símbolos, escudos, insignias y placas del franquismo "que sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas o arquitectónicas protegidas por la ley".

Como el resto de las modificaciones que ha ido sufriendo el proyecto en su muy sobresaltada andadura, también esta última camina, en mi opinión, en la buena dirección de ir añadiendo gotas de sentido común al sectarismo que transpiraba la ley de Memoria cuando el Gobierno la dio a luz, pero aun así sigue siendo lo peor que, en mi opinión, puede ser una ley que divide: como muchos, mi convicción personal es que era y es una ley completamente innecesaria

Todos los derechos que dice querer proteger - al honor, a la justicia, a la rehabilitación en el puesto civil o militar de la mitad de las víctimas, o a descansar en una tumba con nombre llorado por los tuyos en vez de en una fosa común clandestina - llevan años protegidos; los de quienes ganaron esa guerra (que en realidad todos perdimos) es verdad que casi desde que esta acabó, los de los "republicanos" desde que llegó la democracia y, con ella, la Constitución que nos ampara a todos. Si algo faltaba - y yo creo que siempre faltará algo - debía, podía y tenía que haberse arbitrado como hasta ahora, por consenso; que es como se han ido aprobando, ya en democracia, la docena de leyes y reglamentos que desde 1978 hasta nuestros días han permitido, que los soldados republicanos sigan ascendiendo después de muertos, que sus viudas y huérfanos puedan cobrar los sueldos y las pensiones atrasadas actualizados, recuperar los cuerpos de los asesinados reclamados por sus familias de las fosas y de las cunetas; o ir retirando de las calles, las plazas y de los edificios públicos, religiosos o privados todos los símbolos que las autoridades públicas o sus legítimos propietarios han ido retirando, al ritmo que querían o que demandaban vecinos y parroquianos". ¿Podía haber sido peor? Debía haber sido mejor; pero, nos gobierna un hombre que cree que el mundo empieza, acaba y gira entorno a su Z.

Consuelo Sánchez-Vicente.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sánchez, al fin, sale a la ofensiva, pero ¿qué ofensiva?

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba

Foto del autor

Fermín Bocos

Annus horribilis

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes