MADRID 11 Oct. (OTR/PRESS) -
La lucha contra ETA en todos los frentes incluye a Batasuna, que, según la sentencia por la que fue ilegalizada, "es ETA". Desde este punto de vista, las declaraciones del líder de Batasuna Pernando Barrena sobre si la detención de la mesa de la coalición es "una declaración de guerra", o si más que la posibilidad de resultar también él detenido lo que le da "miedo" es "el posible nivel de confrontación que pueden provocar" estas detenciones, no son las declaraciones de un político sino las declaraciones de un etarra. ¿Era una advertencia? ¿O era una amenaza? ¿Se temía, Barrena, que la banda podía responder a la detención de la mesa de Batasuna con un atentado "para matar" como el de este martes, o "sabía" que eso es lo que iba a hacer?
Si concluimos, con la ley, que Batasuna "es" ETA, esta pregunta, en mi opinión, ya no tiene sentido. Si Batasuna es ETA y los batasunos, por consiguiente, etarras; la cuestión es la que ha señalado Rajoy : la Justicia (Garzón o quien sea, quien corresponda) ya está tardando en detener e interrogar a Barrena porque la información que pueda facilitar esta etarra a los responsables de la lucha antiterrorista podría ser esencial para intentar abortar el próximo atentado "para matar" de la banda. Una vez que ETA ha pasado de las amenazas a los hechos, sería infame que el Gobierno no desmienta con hechos el rumor de que este y otros dirigentes de Batasuna siguen libres porque Zapatero aun acaricia la idea de retomar las negaciones con ETA si vuelve a ganar las elecciones. ¿O esperamos a que consiga matar?
La lección a extraer del debate que nos ocupaba a los demócratas hasta este atentado (por qué un juez tan camaleónico como Garzón ha detenido a la mesa de Batasuna ahora y no antes) creo que está clara: ni una broma más con ETA, basta ya. A los etarras, la ley hay que aplicársela siempre con todo rigor, no en función de lo que "políticamente" convenga o deje de convenir en cada momento al Gobierno, como ha ocurrido en todas las "treguas", como ocurrió durante "El Proceso", como algunos creemos que también ha ocurrido en el caso de las detenciones (y las libertades) de los actuales dirigentes de Batasuna, y como el propio ministro de Justicia ha venido a confirmar, en mi opinión, que podría estar ocurriendo con la ilegalización del último "disfraz" electoral de la banda, ANV, al afirmar solo unas horas antes de que ETA intentase matar a Gabriel Ginés que "se actuará contra ANV en el momento en que la jugada lo aconseje". Basta, también, de "juegos".
Consuelo Sánchez-Vicente.