MADRID 18 Jun. (OTR/PRESS) -
15 años menos un día después -que, más que una fecha, parece una condena de cárcel, caramba- Madrid recibió frío y ventoso la celebración oficial del 30 aniversario de aquel 15 de junio en que por primera vez los españoles pudimos votar en libertad sin ira. No quiso la meteorología desentonar con el clima político de la Legislatura. La economía va bien, sí, pero para los bancos, la cesta de la compra y las hipotecas no paran de subir; el destrozo que están causando a la convivencia las reformas estatutarias sólo es comparable al de 'la memoria histórica'; nuestros hijos siguen suspendiendo como leones aunque pasen de curso; y del éxito del 'Proceso' mejor no hablar: aunque Batasuna ha vuelto a las instituciones al alto precio de la división de los demócratas, no estamos a la espera de la paz sino de que ETA vuelva a matar.
Por delante, humo: planes del Gobierno de aquí a las elecciones, crear tres millones de nuevos empleos, reducir el paro por debajo del 3 por ciento, aprobar la ley de derechos de los trabajadores autónomos, el 'Plan de Investigación, Innovación y Desarrollo 2008-2011', poner en marcha plenamente la Ley de Dependencia y una estrategia nacional contra el cambio climático. ¿En apenas ocho meses, presidente? Y, humo por detrás: según el informe que acaba de emitir Amnistía Internacional, la aplicación de la ley 'estrella' de principios de la Legislatura, la Ley Integral contra la Violencia de Genero, está fracasando porque dos años después de su 'cacareada' entrada en vigor las víctimas siguen desprotegidas.
En este informe, titulado 'Pongan todos los medios a su alcance, por favor', Amnistía denuncia que la mayoría de las veinte 'medidas urgentes' aprobadas hace seis meses por el Gobierno están aun sin desarrollar, que las maltratadas no siempre disponen de asistencia letrada, que faltan policías para hacer cumplir las órdenes de alejamiento, que no hay suficientes centros integrales de acogida, que las inmigrantes siguen discriminadas y con riesgo de expulsión si denuncian, que las diferencias de atención entre autonomías son tan palmarias que tan solo en cinco provincias hay unidades de evaluación forense de los planes individualizados de seguimiento de las víctimas... Utilizar este informe para culpar al gobierno de el terrorismo doméstico siga matando en España casi una mujer cada día sería una frivolidad, las leyes no cambian por sí solas la realidad; pero, hombre, cumplirlas, ayuda.
Consuelo Sánchez-Vicente