- Acusa a los Estados miembros de "hacer la vista gorda" y plantea la posibilidad de imponerles sanciones
BRUSELAS/MADRID, 23 Ene. (OTR/PRESS) -
Los Estados miembros de la UE "cerraron los ojos" a las actividades ilegales de la CIA en territorio europeo, lo que podría constituir una violación "seria y persistente" de los Derechos Humanos, según la comisión temporal del Parlamento Europeo que ha investigado los vuelos de la agencia de inteligencia norteamericana en suelo comunitario. Por ello, la Eurocámara solicitó hoy al Consejo Europeo que abra sin demora una investigación independiente sobre el asunto y compruebe si es necesario imponer sanciones a los Estados de la UE por "hacer la vista gorda" a las ilegalidades de la CIA.
Después de un año de trabajos, la comisión aprobó hoy un informe final lleno de reproches hacia algunos Estados miembro de la UE y a la falta de cooperación que se ha encontrado por parte del Consejo de Ministros, donde están representados los Veintisiete. Con 28 votos a favor, 17 en contra y 3 abstenciones, el informe debe ser sometido ahora a la votación del Pleno del Parlamento Europeo. En el mismo se da por sentado que hubo más de mil vuelos operados por la CIA que usron el espacio aéreo europeo entre 2001 y 2005 o que las bases militares de EE.UU. en Europa se usaron como centros de detención.
"Los países europeos han hecho la vista gorda con los vuelos operados por la CIA que, en algunas ocasiones se usaron para hacer entregas extraordinarias o para transportar de forma ilegal a detenidos", sostiene el informe, donde se acusa a los Estados de "falta de control" sobre las bases estadounidenses. También denuncia las "facilidades" proporcionadas por los países europeos para practicar detenciones ilegales que podrían incluir, por ejemplo, habitaciones de hotel, como ocurrió en Skopje (Macedonia) con la detención de Jaled el Masri.
Por todo lo anterior, el Parlamento Europeo insta al Consejo Europeo que "inicie audiciones y encargue una investigación independiente sin demora, tal y como prevé el artículo 7 del Tratado" y "si fuera necesario, imponer sanciones a los Estados miembros en caso de un serio y persistente incumplimiento del artículo 6 del Tratado". En virtud de esos dos artículos se puede llegar a recomendar suprimir el derecho a voto en el Consejo a los países miembros que hayan violado la Convención Europea de los Derechos Humanos.
CRÍTICAS REPARTIDAS
Las críticas del informe tienen un blanco fijo, todos aquellos que no mostraron voluntad de cooperar con la comisión parlamentaria que investigaba los hechos: Austria, Italia, Polonia, Portugal y Reino Unido. En el caso concreto de las sospechas sobre la existencia de cárceles secretas en Polonia, el informe concluye que, a la luz de las "evidencias circunstanciales" no hay manera de saber si tuvieron o no su base en este país. De hecho, los eurodiputados no se reservan críticas y acusan al Gobierno polaco de emitir declaraciones contradictorias de Varsovia, lo que "refuerza" las sospechas.
Se queja también el Parlamento de las "omisiones" del alto representante de la UE para la Política Exterior y la Seguridad Común, Javier Solana, porque fue "incapaz" de completar las evidencias que tenía ya la comisión. Los mismos reproches se dirigen hacia el coordinador de la lucha terrorista de la UE, Gijs de Vries, a quien los eurodiputados acusan de no dar "respuestas satisfactorias" y para quien proponen reforzar sus competencias.
Como consecuencia de todo ello, el informe anima a los gobiernos y los parlamentos nacionales a abrir investigaciones independientes sobre las actividades de la CIA o continuar las que ya están en marcha. Asimismo, piden a la comisión de libertades civiles hacer un seguimiento del asunto para ver si pueden recomendarse las sanciones antes mencionadas al amparo del artículo 7 del Tratado.
APLAUSOS DE AMNISTÍA
En un comunicado, Amnistía Internacional se congratuló de las conclusiones del informe, ya que "confirma las conclusiones de la propia Amnistía Internacional respecto a que la complicidad de países europeos ha permitido que tengan lugar entregas de la CIA en Europa". Sin embargo, no dejó de lamentar que "intereses nacionales y políticos hayan impedido a la Comisión realizar una investigación más profunda y elaborar un informe más enérgico que establezca adecuadamente la responsabilidad de cada cual".
Por su parte, Solana arremetió contra el Parlamento Europeo por las acusaciones que vierte el informe contra los Estados miembro. "A veces el Parlamento tiene una visión de las obligaciones de los demás que no son realmente las competencias que tiene", sentenció Solana, que aseguró que tanto él como los Estados han cooperado con el Parlamento en sus investigaciones. "Los Estados no reciben lecciones de nadie de cómo se comportan en defensa de los Derechos Humanos, porque son países democráticos, todos ellos", afirmó.